La chica duranguense hizo historia en Budva, Montenegro
Dato Táctico
Valeria Sarahi Amparán Pizarro, originaria del estado de Durango, se ha convertido en una de las figuras más prometedoras del boxeo mexicano. Con tan solo 16 años, esta joven pugilista ha logrado escalar posiciones rápidamente en el ámbito deportivo, dejando una huella imborrable en el boxeo nacional e internacional.
Ascenso meteórico
Su talento y dedicación la llevaron a alcanzar la cima del boxeo amateur. Hace unos días, hizo historia al convertirse en la primera mexicana en avanzar a la final del Campeonato Mundial Juvenil de Boxeo de la IBA (Asociación Internacional de Boxeo) y coronarse en la categoría de los 48 kilogramos superando por decisión dividida (4-1) a la uzbeka Jasmin Tokhirova.
Un ejemplo a seguir
La victoria de Valeria no solo representa un triunfo personal, sino también un hito para el boxeo femenino en México. Su carisma y humildad la han convertido en un referente para las nuevas generaciones de boxeadoras, quienes ven en ella un modelo a seguir. Valeria Amparán se convirtió en la primera boxeadora mexicana en ser campeona mundial de boxeo en su división (48 kilos).
Un futuro prometedor
Con un futuro prometedor por delante, Valeria Amparán se encuentra en un momento crucial de su carrera. Su objetivo ahora es consolidarse en el boxeo profesional y representar a México en los principales eventos internacionales.
Un perfil completo
* Nombre completo: Valeria Sarahi Amparán Pizarro.
* Lugar de nacimiento: Durango, México.
* Edad: 16 años.
* Peso: 48 kg
* Logros destacados: Primera mexicana en llegar a la final del Campeonato Mundial Juvenil de Boxeo y ganarla en la categoría de los 48 kg por lo que fue campeona mundial juvenil de boxeo.
Sueña con ser médico militar
Valeria Amparán es más que una boxeadora; es un símbolo de la perseverancia, el talento y el espíritu de lucha del pueblo mexicano. Su historia es una inspiración para todos aquellos que sueñan con alcanzar sus metas, demostrando que con esfuerzo y dedicación todo es posible y quiere ser médico militar. “Para mí, todo esto es grandioso. Mi equipo y yo hemos picado mucha piedra, y gracias a Dios nuevamente se han dado los frutos. Logré dos oros y fui reconocida como la mejor peleadora del torneo mundial”, destacó Amparán.
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