sábado, mayo 3, 2025
spot_img

Top 5 This Week

spot_imgspot_img

Related Posts

Gregg Popovich: El adiós del arquitecto de una dinastía en la NBA

El baloncesto despidió a un titán. Gregg Popovich, tras 29 años al mando de los San Antonio Spurs, anunció su retiro como entrenador, cerrando un capítulo que no solo marcó una era en la franquicia, sino que redefinió la NBA. Con cinco anillos, 22 apariciones consecutivas en playoffs y el récord histórico de victorias (1,422), “Coach Pop” no fue solo un estratega; fue un líder humano, un mentor y un visionario cuya sombra se extiende por toda la liga. Mientras asume su nuevo rol como presidente de operaciones de los Spurs, su legado, forjado con humildad, disciplina y un toque de vino tinto, sigue inspirando a generaciones.

Un viaje de serenidad y genialidad

Nacido en 1949 en Indiana, Popovich parecía destinado a una vida lejos de los reflectores. Graduado de la Academia de la Fuerza Aérea, donde fue capitán y máximo anotador de su equipo en 1970, su camino al estrellato fue todo menos lineal. Tras entrenar en la modesta Pomona-Pitzer, transformó un programa perdedor en campeón, mostrando su don para inspirar. En 1988, como asistente de Larry Brown en San Antonio, comenzó a tejer su destino con los Spurs. En 1996, tras un inicio de 3-15, asumió como entrenador principal, una decisión que cambiaría la historia.

Con Tim Duncan, David Robinson, Tony Parker y Manu Ginóbili, Popovich construyó una dinastía. Sus cinco campeonatos (1999, 2003, 2005, 2007, 2014) no solo fueron trofeos, sino exhibiciones de un baloncesto colectivo que priorizaba el equipo sobre el ego. Como dijo Ginóbili en 2023: “Pop es el mejor. Nos enseñó a jugar por algo más grande que nosotros”. Su racha de 22 playoffs consecutivos (1997-2019) es un récord de consistencia inigualable.

El maestro táctico y humano

Popovich revolucionó el juego. Fue pionero en defender el triple de esquina, como señaló Steve Kerr: “Pop entendió antes que nadie que no podías dejar libre ese tiro”.

Su “juego bonito” de 2014, con pases rápidos y movimiento sin balón, inspiró a equipos modernos como los Warriors. Pero su genialidad no estaba solo en la pizarra. Popovich conectaba con sus jugadores como personas. Tras la derrota en las Finales de 2013, consoló a sus Spurs con una cena en Miami, compartiendo vino y risas: “Es un ser humano increíble. Te hace sentir que importas”, dijo Erik Spoelstra, quien lo enfrentó en dos Finales.

Un árbol de entrenadores

El legado de Popovich vive en sus discípulos. Más de una docena de entrenadores salieron de su ala, incluyendo a Mike Budenholzer (campeón con Milwaukee), Ime Udoka (finalista con Boston), Becky Hammon (campeona en la WNBA) y Will Hardy (Utah Jazz). Kerr, quien jugó bajo Pop y ganó el oro olímpico como su asistente en 2020, lo resume: “Sus reuniones eran una masterclass en liderazgo”. Este “árbol genealógico” refleja su capacidad para formar líderes, no solo tácticos, sino humanos.

El ocaso y un nuevo comienzo

En noviembre de 2024, un derrame cerebral alejó a Popovich de las canchas. Mitch Johnson, su asistente, tomó las riendas, guiando a los Spurs en 77 juegos. En marzo de 2025, Pop expresó su deseo de volver: “Espero regresar al banquillo”. Pero el 2 de mayo, anunció su retiro como entrenador, asumiendo la presidencia de los Spurs. Su decisión llegó tras guiar el desarrollo de Victor Wembanyama, a quien llamó “un líder”, dejando al equipo en una reconstrucción prometedora.

Un legado más allá de las canchas

Popovich no solo ganó; transformó. Su humildad, “Todo esto no pasa sin Tim Duncan”, dijo en 2014, y su compromiso social, apoyando causas como el Banco de Alimentos de San Antonio, lo convirtieron en una figura venerada. “Pop es un líder generacional”, afirmó Spoelstra. Con 1,422 victorias, 170 en playoffs (tercero en la historia) y un oro olímpico en Tokio 2020, su impacto es eterno. Como dijo Chris Paul: “Tengo un video de Pop en mi teléfono. Es invaluable”.

El adiós de Popovich no es un final, sino una transición. Desde la presidencia, seguirá moldeando a los Spurs y a la NBA. Para los fans, queda el eco de su voz, su mirada feroz y su brindis por la vida. Porque, como él mismo dijo:

 “El baloncesto es solo una parte. Lo que importa es cómo tratas a los demás”.

Popular Articles