Señoras y señores, el Comité Olímpico Internacional (COI) acaba de lanzar un gancho de derecha que va a poner al boxeo en el programa de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Sí, el deporte de los puños, ese que parecía condenado a quedarse fuera, ha resucitado.
El round de la exclusión: ¿Por qué sacaron al boxeo?
Todo empezó como una telenovela de bajo presupuesto: el COI y la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, antes AIBA) se enfrascaron en una pelea de egos y acusaciones. Desde 2019, el COI suspendió a la IBA por un combo letal: problemas de gobernanza, finanzas turbias y árbitros que parecían sacados de un casino en Las Vegas. Para Tokio 2020, el COI tomó las riendas del torneo, y en 2023 le dio el golpe final a la IBA, quitándole el reconocimiento. Sin un organismo rector confiable, el boxeo quedó fuera del programa inicial de Los Ángeles 2028.
La excusa oficial: “No hay quién organice esto con decencia”. Pero aquí viene el ojo crítico: ¿no es sospechoso que el COI, con su historial de decisiones cuestionables, culpe solo a la IBA?. Mientras países como Rusia, aliada de la IBA y su patrocinador Gazprom, quedaban en el ojo del huracán geopolítico, el boxeo pagó los platos rotos.
El regreso triunfal: World Boxing entra al ring
Tras años de incertidumbre, el COI dio el visto bueno. ¿El salvador?, World Boxing, una nueva federación que promete transparencia, reglas claras y menos drama que una pelea de exhibición de Floyd Mayweather. Con el respaldo de más de 40 países y un plan sólido, el COI decidió que el boxeo merece otra oportunidad en Los Ángeles. Pero ojo: la reintegración no es un cheque en blanco. El COI vigilará de cerca que no haya trampas ni favoritismos.
México: El gigante del ring olímpico
Ahora, hablemos de lo que nos quema la sangre: México y el boxeo olímpico. Este deporte no es solo un pasatiempo aquí; es una religión con 14 medallas en la vitrina olímpica, solo superado por los clavados (17 preseas). Desde que Francisco “Morochito” Cabañas se colgó la plata en Los Ángeles 1932, los pugilistas mexicanos han sido sinónimo de garra. Aquí van los datos duros: 2 oros, 4 platas y 8 bronces. Los dorados llegaron en México 68 con Ricardo Delgado (mosca) y Antonio Roldán (pluma), en unos Juegos que fueron un festival tricolor con 4 medallas en total.
El último héroe fue Marco Verde, quien en París 2024 se llevó la plata en los 71 kg, demostrando que el talento mexicano sigue vivo. Pero no todo es fiesta: desde 1968 no repetimos un oro, y la plata de Verde fue la única medalla de boxeo en los últimos dos Juegos.
Más allá del ring: Lo que nadie te cuenta
El regreso del boxeo no solo es una buena noticia para México, sino para leyendas en ciernes de todo el mundo. Países como Cuba (81 medallas históricas) y Estados Unidos (50) también respiran aliviados. Pero hay más: el boxeo olímpico es la cuna de grandes nombres. Muhammad Ali, Óscar de la Hoya y hasta nuestro Julio César Chávez empezaron en este escenario. Sin los Juegos, ¿dónde nacerían los próximos íconos?.
Y aquí va un dato curioso: Los Ángeles, sede de 2028, ya vio al boxeo mexicano brillar en 1932 con Cabañas. ¿Destino o coincidencia? La ciudad, cuna del glamour y las peleas millonarias, podría ser el lugar perfecto para que México rompa la sequía de oros. Eso sí, el camino no será fácil: la competencia será feroz, y el COI no perdonará los deslices.
El golpe final: ¿Qué sigue?
El boxeo está de vuelta en Los Ángeles 2028, y con él, la esperanza de ver a México subir al podio. Pero no nos engañemos: el verdadero combate está en casa. Si la federación no se pone las pilas y abraza el cambio, seguiremos soñando con glorias pasadas en lugar de crear nuevas. Por ahora, celebremos este nocaut a la exclusión y preparemos los guantes. El ring nos espera, y el mundo quiere ver de qué estamos hechos.