En el fútbol mexicano, los apellidos resuenan como ecos de leyendas, y Gianluca Davino La Volpe, a sus 20 años, está comenzando a escribir su propia historia. Este delantero, recién llegado como refuerzo a las fuerzas básicas del Necaxa Sub-21, ya ha disputado 31 minutos en las primeras dos jornadas del Apertura 2025, mostrando destellos de un talento que lleva en la sangre. Como nieto del icónico Ricardo La Volpe y heredero del linaje futbolístico de su padre, Flavio Davino, Gianluca no solo carga con un apellido de peso, sino con la promesa de convertirse en una figura que ilumine el camino de los Rayos.
Un refuerzo con raíces de leyenda
Nacido el 7 de febrero de 2005 en Guadalajara, Jalisco, Gianluca Javier Davino La Volpe creció en un entorno donde el fútbol no es solo un deporte, sino una forma de vida. Hijo de Flavio Davino, ex defensa de clubes como Tecos UAG, León, Monarcas Morelia y Cruz Azul, y nieto de Ricardo Antonio La Volpe, el mítico entrenador que marcó una era en el fútbol mexicano con su título en la Liga MX 1992-93 con Atlante y su paso por la Selección Mexicana en el Mundial de 2006, Gianluca lleva el fútbol en el ADN. Su padre, además, fue asistente técnico de La Volpe en equipos como Boca Juniors y la Selección de Costa Rica, lo que sumergió al joven en un ambiente de táctica y pasión desde temprana edad.
El anuncio de su incorporación al Necaxa Sub-21 para el Apertura 2025 ha generado expectativa entre los aficionados de los Rayos. Aunque aún está en las categorías formativas, sus 31 minutos jugados en las dos primeras jornadas de la temporada muestran que el club confía en su potencial. Pero Gianluca no es un novato que llega de la nada: su camino incluye pasos por las canteras de León y Chivas, dos clubes con una rica tradición en la formación de talentos.
De las canteras de élite a los rayos
El recorrido de Gianluca en el fútbol comenzó a destacar en 2018, cuando, a los 13 años, jugaba como defensa para los Alebrijes de Oaxaca Sub-13 en un torneo organizado por la Federación Mexicana de Fútbol. En aquel entonces, ya se hablaba de él como el nieto del “Bigotón” La Volpe, y marcó su primer gol en una derrota 5-2 ante Santos Laguna. Sin embargo, su evolución lo llevó a reinventarse en el campo. De ser un zaguero, Gianluca pasó a jugar como extremo o volante por fuera, según las palabras de su abuelo en una entrevista con Javier Alarcón en 2020. La Volpe destacó entonces sus cualidades: “Es rápido, tiene desequilibrio, es responsable y entrena en casa”.
Su paso por la cantera de Chivas en la categoría Sub-15 fue un momento clave. En Guadalajara, Gianluca se formó en un entorno competitivo, pero, como señaló Ricardo La Volpe, enfrentó el desafío de madurar emocionalmente para soportar la presión de un club grande y el peso de su apellido. “No todo es sencillo, aunque tengas el talento”, comentó el Bigotón, refiriéndose a la necesidad de Gianluca de desarrollar inteligencia emocional para destacar.
Más tarde, Gianluca se unió a la cantera de León, donde formó parte del equipo Sub-19 que alcanzó la final del Apertura 2024. Junto a Abdiel Huiqui, sobrino del ex jugador Joel Huiqui, Gianluca fue una pieza importante en el esquema esmeralda, mostrando su versatilidad y compromiso. Ahora, en Necaxa, el club apuesta por su talento para reforzar su proyecto Sub-21, con la mira puesta en llevarlo al primer equipo en el futuro cercano.
Cualidades que lo hacen brillar
A sus 20 años, Gianluca Davino La Volpe combina cualidades físicas y técnicas que lo perfilan como un delantero moderno. Según las observaciones de Ricardo La Volpe y reportes de su desempeño, estas son sus principales fortalezas:
- Velocidad y desequilibrio: Su capacidad para romper líneas defensivas con velocidad lo hace ideal como extremo o volante ofensivo. Su abuelo destacó su habilidad para generar peligro por las bandas, una cualidad clave en el fútbol actual.
- Versatilidad táctica: Aunque comenzó como defensa, Gianluca ha demostrado adaptarse a roles más ofensivos, pudiendo jugar como extremo, volante por fuera o incluso como un “ocho” en el mediocampo, según La Volpe.
- Ética de trabajo: Su disciplina y compromiso, resaltados por su abuelo, lo han llevado a entrenar constantemente, incluso fuera de los horarios de equipo, lo que refleja su mentalidad profesional.
- Visión de juego: Heredada, quizás, de la escuela táctica de La Volpe, Gianluca muestra una buena lectura del juego, lo que le permite tomar decisiones rápidas en el campo.
Sin embargo, como cualquier joven talento, enfrenta retos. Ricardo La Volpe señaló en 2020 que la madurez emocional y la mentalidad para el “fútbol moderno”, que exige dinámica y resistencia, son áreas en las que Gianluca debe trabajar. La presión de llevar un apellido tan reconocido también es un factor, como lo demuestra el caso de su medio hermano, Mauro Andrade, quien, según La Volpe, enfrentó obstáculos por el peso del nombre.
El peso de la dinastía La Volpe-Davino
El linaje de Gianluca es una mezcla de talento y legado. Su padre, Flavio Davino, fue un defensa sólido que debutó con Tecos UAG en la temporada 1995-96 y jugó para clubes como León, Monarcas Morelia y Cruz Azul. Flavio, hermano del ex jugador y actual directivo de Rayados, Duilio Davino, también formó parte del cuerpo técnico de La Volpe, aprendiendo de su suegro en equipos como Boca Juniors y la Selección de Costa Rica. Esta conexión familiar no solo le dio a Gianluca una educación futbolística privilegiada, sino también un entorno donde la exigencia es alta.
Por el lado materno, Gianluca es hijo de Débora La Volpe, la hija mayor de Ricardo, lo que lo vincula directamente con el “Bigotón”. Además, es medio hermano de Mauro Andrade, un mediocampista que debutó en 2016 con Jaguares de Chiapas bajo la dirección de su abuelo, pero cuya carrera no ha despegado del todo. Este contexto familiar subraya la presión y las oportunidades que Gianluca enfrenta en su camino al profesionalismo.
El futuro con Necaxa
El Necaxa Sub-21 es el escenario perfecto para que Gianluca continúe su desarrollo. Los Rayos, un club con una rica historia en la formación de talentos, están apostando por jóvenes con proyección, y Gianluca encaja perfectamente en ese proyecto. Sus 31 minutos jugados en las primeras dos jornadas del Apertura 2025, son solo el comienzo. Su objetivo es claro: ganarse un lugar en el primer equipo y demostrar que puede brillar en la Liga MX.
El contexto actual del Necaxa, con su reciente participación en la Leagues Cup y su lucha por consolidarse en la Liga MX, ofrece a Gianluca una oportunidad única. Si logra destacar en la Sub-21, podría seguir los pasos de otros canteranos que han dado el salto al primer equipo. Además, el legado de su abuelo, conocido por debutar talentos como Rafael Márquez y Andrés Guardado, podría inspirarlo a buscar un impacto similar.
Un nombre que promete
Gianluca Davino La Volpe no es solo el nieto de Ricardo La Volpe o el hijo de Flavio Davino; es un joven delantero que, a base de velocidad, desequilibrio y trabajo duro, está forjando su propio camino. Su llegada al Necaxa Sub-21 marca un nuevo capítulo en una carrera que ya ha pasado por las prestigiosas canteras de León y Chivas. Con solo 20 años, el tiempo está de su lado para demostrar que puede llevar el legado familiar a nuevas alturas. En un fútbol mexicano que siempre busca nuevas estrellas, Gianluca es una chispa que podría encender Aguascalientes.