El sueño europeo del Crystal Palace se desmoronó cuando la UEFA anunció que el club londinense no disputará la Europa League 2025-26, tras clasificar por su histórica victoria en la FA Cup. En su lugar, las Águilas han sido relegadas a la Conference League, la tercera competición europea, por violar las estrictas reglas de multipropiedad de la UEFA. La decisión, que involucra al empresario estadounidense John Textor y su conexión con el Olympique de Lyon, ha encendido el debate sobre la propiedad de múltiples clubes en el fútbol, un tema que también ha resonado en la FIFA, como en el caso del Club León en el Mundial de Clubes. Sin embargo, la ironía no pasa desapercibida: el patrocinador principal del torneo global, vinculado a múltiples clubes, parece eludir el mismo escrutinio.
El veredicto de la UEFA: Crystal Palace vs Lyon
La Primera Cámara del Organismo de Control Financiero de Clubes (CFCB) de la UEFA dictaminó que Crystal Palace incumplió el Artículo 5 del Reglamento de Competiciones de Clubes, que prohíbe que dos equipos bajo la misma propiedad o con “influencia decisiva” compitan en la misma competición europea. El conflicto surge porque John Textor, a través de su grupo Eagle Football, es accionista mayoritario del Olympique de Lyon, que clasificó a la Europa League al terminar sexto en la Ligue 1, y hasta junio de 2025 poseía un 43% de las acciones del Crystal Palace, además de tener vínculos operativos con ambos clubes.
La UEFA estableció el 1 de marzo de 2025 como fecha límite para que los clubes resolvieran cualquier conflicto de multipropiedad. Aunque Textor vendió su participación en Palace a Woody Johnson, propietario de los New York Jets, por 190 millones de libras en junio de 2025, y renunció a roles directivos en Lyon, estas acciones llegaron tarde, incumpliendo el plazo de la UEFA. Como resultado, la CFCB decidió priorizar a Lyon, que mantuvo su plaza en la Europa League tras evitar el descenso administrativo a Ligue 2 por problemas financieros, y relegar a Palace a la Conference League.
El Nottingham Forest, originalmente clasificado para la Conference League, tomará el lugar de Palace en la Europa League, un cambio que podría significar hasta 20 millones de euros adicionales en premios para el club. Crystal Palace, que nunca ha jugado en una gran competición europea, planea apelar la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), aunque el proceso debe resolverse rápidamente antes de los playoffs de la Conference League en agosto.
Las reglas de multipropiedad
Las normas de multipropiedad de la UEFA, detalladas en los artículos 5.01 a 5.04, buscan proteger la integridad de las competiciones al evitar que un propietario o grupo con “influencia decisiva” controle más de un club en el mismo torneo. Esto incluye participaciones accionariales superiores al 30% o roles en la gestión deportiva o administrativa. En el caso de Palace y Lyon, la UEFA determinó que la estructura de propiedad de Textor, a través de Eagle Football Group, violaba estas reglas, incluso si su influencia en Palace era limitada.
El caso no es aislado. La UEFA también excluyó a Drogheda (Irlanda) y FC DAC 14 (Eslovaquia) de la Conference League por conflictos similares, mostrando un enfoque riguroso para 2025-26. La decisión refleja una creciente vigilancia en el fútbol europeo para evitar que los conglomerados de propiedad, cada vez más comunes, comprometan la competencia justa.
El precedente de la FIFA: Club León y el Mundial de Clubes
La controversia de Crystal Palace encuentra un eco en el fútbol mexicano, donde el Club León fue excluido del Mundial de Clubes 2025 por un conflicto de multipropiedad. León, parte del Grupo Pachuca, comparte propiedad con el CF Pachuca, que también clasificó al torneo tras ganar la Concacaf Champions Cup. La FIFA, siguiendo una línea similar a la UEFA, aplicó sus reglas de propiedad múltiple y priorizó a Pachuca, dejando a León fuera del certamen global. Este caso, reportado por ESPN, marcó un precedente en la vigilancia de la FIFA sobre la multipropiedad, reflejando un cambio en el enfoque de los órganos rectores del fútbol para frenar la influencia de conglomerados en competiciones internacionales.
Sin embargo, la aplicación de estas reglas no está exenta de contradicciones. El Mundial de Clubes, organizado por la FIFA, cuenta con el respaldo de patrocinadores como el City Football Group (CFG), que controla múltiples clubes, incluido el Manchester City, campeón de la Premier League. CFG posee participaciones en equipos como Girona (España), New York City FC (EE. UU.), Melbourne City (Australia) y otros en Asia y Sudamérica. Aunque Girona y Manchester City enfrentaron escrutinio de la UEFA en la Champions League 2024-25, con medidas como la cesión de acciones a fideicomisos ciegos, la FIFA parece menos estricta con CFG en el contexto del Mundial de Clubes, lo que ha generado críticas por una supuesta doble moral. La falta de sanciones claras contra CFG, mientras clubes como León y Palace enfrentan castigos severos, pone en tela de juicio la consistencia de los reguladores.
El futuro: Apelaciones y reflexiones
Crystal Palace tiene la opción de apelar ante el TAS, pero el reloj corre en su contra. Un proceso acelerado debe resolverse antes de los playoffs de la Conference League, y la UEFA no hará cambios hasta que concluyan las audiencias. Mientras tanto, la decisión subraya un momento crucial en el fútbol: la multipropiedad, impulsada por inversores globales, choca con regulaciones diseñadas para preservar la equidad. El caso de Palace, como el de León, es una advertencia para los conglomerados como Eagle Football Group y CFG, pero también plantea preguntas sobre la consistencia de la FIFA y la UEFA.
¿Por qué el patrocinador del Mundial de Clubes, con intereses en múltiples clubes, no enfrenta el mismo escrutinio que Textor? ¿Es la Conference League una oportunidad para que Palace escriba su propia historia europea? La cancha, como siempre, tendrá la última palabra.