El tiempo le está dando la razón a Sergio Pérez. En una decisión que sacude al mundo del automovilismo, Red Bull Racing anunció oficialmente este martes la salida de Christian Horner, quien fuera su director de equipo durante dos décadas. El británico, considerado uno de los pilares más exitosos en la historia reciente de la Fórmula 1, deja su cargo tras una temporada marcada por la controversia y el declive deportivo del equipo.
Una salida inesperada pero no sorpresiva
Pese a contar con un contrato vigente hasta 2030, Horner fue cesado de manera inmediata. En su lugar, el equipo nombró a Laurent Mekies —ex director de Racing Bulls— como nuevo CEO y team principal. Además, Alan Permane asumirá el liderazgo del equipo filial.
Aunque Red Bull no ofreció una explicación oficial detallada, diversas fuentes apuntan a una combinación de factores críticos que precipitaron la salida del emblemático jefe de equipo: el bajo rendimiento de la escudería en la actual temporada, las consecuencias de un escándalo interno en 2024 y un creciente malestar entre figuras clave del equipo.
Temporada complicada y pérdida de confianza
Red Bull ha sufrido un declive notable en la presente campaña, cayendo al cuarto puesto del campeonato de constructores, detrás de McLaren, Mercedes y Ferrari. Esta situación habría generado tensiones dentro del equipo y cuestionamientos sobre el liderazgo de Horner, incluso por parte de su piloto estrella, Max Verstappen.
Por otro lado, aún pesa el eco del escándalo de 2024, cuando Horner fue acusado por una exempleada de “comportamiento inapropiado”. Aunque fue absuelto tras una investigación interna, el episodio minó su imagen y dejó cicatrices en la estructura del equipo.
Fin de una era gloriosa
Horner deja atrás un legado impresionante: bajo su mando, Red Bull conquistó 6 títulos de constructores y 8 campeonatos de pilotos (cuatro con Sebastian Vettel y cuatro con Max Verstappen). El equipo logró 124 victorias, 107 poles y 287 podios durante su gestión, convirtiéndose en una potencia indiscutible del automovilismo moderno.
Su salida marca el cierre de una etapa dorada iniciada en 2005, cuando Red Bull debutó como escudería en la F1.
¿Qué sigue para Red Bull?
Laurent Mekies tomará el mando de inmediato, con el Gran Premio de Bélgica como su primera prueba de fuego. En medio de rumores sobre posibles movimientos de pilotos y un mercado técnico convulso, el equipo buscará recuperar su prestigio y retener a Verstappen, cuyo contrato podría verse condicionado por las turbulencias internas.
La Fórmula 1, mientras tanto, se despide de uno de sus estrategas más influyentes del siglo XXI.