En un giro que ha sacudido el corazón de Nueva York como un triple en el último segundo, los New York Knicks anunciaron que han despedido a su entrenador Tom Thibodeau, apenas tres días después de caer en las Finales del Este ante los Indiana Pacers. La decisión ha dejado a los fans boquiabiertos, divididos entre la incredulidad y la furia, mientras el eco del “Thibs” resuena en el Madison Square Garden.
El adiós a Thibs: Un golpe inesperado
El anuncio llegó como un alley-oop mal ejecutado: inesperado y doloroso. Según ESPN, los Knicks, liderados por el presidente Leon Rose y el propietario James Dolan, decidieron que era hora de “moverse en otra dirección” tras cinco años bajo el mando de Thibodeau. En un comunicado, Rose expresó gratitud: “No podemos agradecer lo suficiente a Tom por poner su corazón y alma cada día como entrenador de los Knicks”. Pero detrás de las palabras diplomáticas, la decisión huele a una apuesta arriesgada: los Knicks quieren un campeonato, y creen que Thibs, a pesar de sus logros, no es el hombre para llevarlos al anillo.
El legado de Thibodeau: De la lotería a las estrellas
Tom Thibodeau llegó a Nueva York en 2020, cuando los Knicks eran un equipo atrapado en el purgatorio de la NBA: siete años sin playoffs y una fanaticada desesperada por relevancia. Thibs, con su estilo intenso y su obsesión por la defensa, cambió el guión. Aquí va un repaso de lo que logró, porque este hombre no merece que su legado sea olvidado en un tuit:
- Récord impresionante: En cinco temporadas, Thibodeau acumuló un récord de 226-174 en temporada regular (56.5% de victorias) y 24-23 en playoffs, con 24 victorias en postemporada, 17 más que los últimos 13 entrenadores de los Knicks combinados.
- Playoffs resucitados: Llevó a los Knicks a los playoffs en cuatro de cinco años, incluyendo una histórica aparición en las Finales del Este 2025, la primera desde 2000. También logró tres apariciones consecutivas en semifinales de conferencia, algo no visto desde los días de Patrick Ewing.
- Temporadas de 50 victorias: Bajo su mando, los Knicks lograron dos temporadas consecutivas de 50+ victorias (2023-24 y 2024-25), un hito no alcanzado desde 1994-95. En 2024-25, el equipo terminó con la quinta mejor ofensiva y el octavo mejor net rating de la NBA.
- Reconstrucción cultural: Thibs transformó a los Knicks de un equipo de lotería a contendientes, gracias a su ética de trabajo y la llegada de Jalen Brunson, quien lo defendió hasta el final: “¿Es una pregunta seria? Claro que es el indicado”, dijo tras la derrota ante Indiana.
- Victorias épicas: En los playoffs de 2025, los Knicks eliminaron a los Detroit Pistons y a los campeones defensores Boston Celtics, mostrando garra y corazón. Aunque cayeron ante los Pacers en seis juegos.
Thibs no solo trajo victorias; trajo orgullo. Como dijo Josh Hart en X tras el despido: “Forever Grateful”. Incluso el actor Ben Stiller, fanático empedernido, lamentó la decisión, mientras Derrick Rose, exjugador de Thibs, observaba desde Roland Garros con incredulidad.
Las grietas en el plan
A pesar de los logros, el despido no fue del todo sorprendente para los que leyeron entre líneas. Los Knicks, según Leon Rose, están “singularmente enfocados en ganar un campeonato”, y algunos creen que Thibs dejó dinero sobre la mesa:
- Estilo inflexible: Thibodeau es conocido por exprimir a sus titulares, con cinco jugadores promediando más de 35 minutos por partido en 2024-25, algo raro en la era del load management. Su negativa a rotar más al banquillo, como Miles “Deuce” McBride, generó críticas, especialmente en los playoffs, donde la falta de profundidad fue evidente.
- Ajustes tardíos: En las Finales del Este, Thibs tardó en ajustar la alineación titular, que incluía a Josh Hart, Mikal Bridges, Jalen Brunson, OG Anunoby y Karl-Anthony Towns, con un net rating de -6.2 en postemporada. Solo en el Juego 3 insertó a Mitchell Robinson, pero ya era tarde. Muchos esperaban un esquema más espaciado con McBride, pero Thibs se mantuvo fiel a su estilo defensivo.
- Expectativas altas: La gerencia, tras armar un quinteto estelar con la llegada de Towns, Anunoby y Bridges, creía que el equipo podía llegar a las Finales de la NBA. Perder una ventaja de 14 puntos en el Juego 1 ante Indiana dolió, y algunos culpan a Thibs por no maximizar el talento.
- Nueva voz: Según Shams Charania, James Dolan y Leon Rose concluyeron que una “nueva voz” es necesaria para el próximo paso. La decisión refleja la urgencia de capitalizar la ventana de campeonato con Brunson en su prime.
Lo que viene: Un banquillo caliente y una apuesta arriesgada
El despido de Thibodeau abre un capítulo incierto. Los Knicks, con un núcleo de Brunson, Towns, Anunoby y Bridges, tienen una de las vacantes de entrenador más codiciadas de la NBA. Nombres como Michael Malone (ex-Nuggets), Johnnie Bryant (asistente en Cleveland, ex-Knicks) e incluso Rick Pitino o Jay Wright ya circulan como posibles reemplazos.
Pero la apuesta es arriesgada. Como advierte The Athletic, “una nueva voz puede ser Steve Kerr… o Fred Hoiberg”. Thibs dejó a los Knicks mejor de lo que los encontró, y reemplazarlo no garantiza el anillo. Además, la gerencia enfrenta retos: reforzar el banquillo, gestionar la carga de minutos de las estrellas y mantener la química del equipo.
Thibs, el héroe caído de Nueva York
Tom Thibodeau no solo trajo victorias; trajo esperanza a una franquicia que vivía de recuerdos de los 90. Con un récord sólido, cuatro apariciones en playoffs y una cultura de esfuerzo, Thibs hizo que los Knicks volvieran a ser relevantes. Pero en Nueva York, la paciencia es tan escasa como un taxi libre en hora pico, y la obsesión por el campeonato pesó más que su legado. Ahora, los Knicks buscan un nuevo capitán para navegar hacia el título, mientras los fans despiden a Thibs con una mezcla de gratitud y desconcierto.