Mientras los Indiana Pacers luchan en las Finales de la Conferencia Este 2025 contra los Knicks, un nombre resuena por encima de todos: Tyrese Haliburton. Con un juego que parece sacado de otra era pero con una visión que redefine el baloncesto moderno, este base de 25 años ha transformado a los Pacers en un equipo que desafía expectativas, llevando a Indiana a soñar con las Finales de la NBA. Su historia, llena de obstáculos, perseverancia y un amor puro por el juego, es tan inspiradora como su impacto en la cancha.
De ser bloqueado por un niño de 3 años a prodigio del baloncesto
La historia de Tyrese Haliburton comienza con una lección humillante. A los 14 años, su entrenador usó a un niño de 3 años para mostrarle lo vulnerable que era su mecánica de tiro: al lanzar desde debajo de la cintura, el pequeño lo bloqueó fácilmente. Los scouts no creían en él. Le decían que era el base más lento, con el tiro más raro, en una era dominada por el triple. “No vas a llegar. Cambia”, le insistían. Pero Tyrese no cambió. Trabajó incansablemente para perfeccionar ese lanzamiento poco ortodoxo, convirtiendo su “defecto” en su arma letal.
En Oshkosh North High School, Haliburton no era la estrella del equipo. Fue hasta su último año que lideró a su escuela a un campeonato estatal en Wisconsin, mostrando su capacidad de liderazgo y determinación. Aunque fue clasificado como un prospecto de tres estrellas, pocos esperaban que brillara en el baloncesto universitario. Sin embargo, en Iowa State, Tyrese desafió las expectativas: rompió el récord de asistencias en un solo juego del programa y fue nombrado al segundo equipo All-Big 12, a pesar de una lesión en la muñeca que cortó su segunda temporada. No era el más rápido ni el más atlético, pero su IQ y visión lo hacían destacar.
- El salto a la NBA: De Sacramento a Indiana
En 2020, los Sacramento Kings lo seleccionaron en el pick 12 del Draft, pero el encaje no fue el ideal. Tyrese, con su estilo generoso y cerebral, no encajaba en una franquicia que vivía del caos. Todo cambió en 2022, cuando fue traspasado a los Indiana Pacers.
En Indiana, Haliburton encontró un hogar: una ciudad obrera, una franquicia que valora el juego colectivo y un equipo donde podía ser el líder. Ahí se soltó: más puntos, más asistencias, pero siempre fiel a su esencia de compartir, leer y amar el baloncesto.
En 2023, llegó su primera selección al All-Star. En 2024, se unió al Team USA, consolidándose como una estrella en ascenso. Pero fue en los playoffs de 2025 donde Tyrese realmente explotó, convirtiéndose en el corazón de los Pacers.
Las Finales: Haliburton se consagra como héroe
En las Finales de la Conferencia Este 2025, Tyrese Haliburton ha sido una fuerza imparable. Los Pacers, liderados por su base estelar, han sorprendido al mundo al llegar a esta etapa, enfrentándose a los Knicks en una serie épica. Haliburton ha demostrado por qué es considerado un “puente entre eras”, combinando la inteligencia de un base clásico con una visión futurista.
En el Game 1, Tyrese canalizó el espíritu de Reggie Miller, ícono de los Pacers, al anotar un triple milagroso al final del tiempo regular para empatar el juego, forzando el overtime. Los Pacers ganaron 138-135, con Haliburton terminando con 31 puntos, 11 asistencias, 4 rebotes y 1 robo en 42 minutos. Su impacto fue brutal: Indiana tuvo un +15 con él en cancha.
En el Game 2, Tyrese mostró su versatilidad con 14 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes y 2 robos en 35 minutos, liderando una victoria 114-109. Pero el momento que definió su grandeza llegó en el Game 4: Haliburton hizo historia al convertirse en el primer jugador en registrar más de 30 puntos, 15 asistencias y 12 rebotes sin una sola pérdida de balón en un juego de postemporada. Terminó con 32 puntos, 15 asistencias, 12 rebotes y 4 robos en 37 minutos, guiando a los Pacers a un triunfo 130-121 sobre los Knicks.
Haliburton promedia 19.4 puntos, 9.8 asistencias, 5.9 rebotes y 2.5 robos en 38.0 minutos por juego en estas Finales de Conferencia, logrando un doble-doble o mejor en tres de cuatro partidos. The Ringer lo describe como “John Stockton con una actualización de firmware 2025”, destacando que genera 28.0 puntos por juego solo con sus asistencias, liderando los playoffs en este rubro.
Un líder humilde que juega con amor
Lo que hace único a Haliburton no son solo sus números, sino su esencia. “No tiene tatuajes. No grita. No busca el highlight. Solo busca ganar”. Tyrese lidera con pases, con cabeza y con un amor puro por el juego. Su humildad ha sido clave para un equipo que, según él mismo, se beneficia de la continuidad del roster y la química construida con el tiempo. “Hemos pasado por todo juntos: rachas perdedoras, rachas ganadoras. Eso nos ha hecho más fuertes”, dijo Haliburton a The Ringer.
Rick Carlisle, entrenador de los Pacers, ha construido el equipo alrededor de Tyrese, ajustando el estilo para maximizar su visión y ritmo. El resultado es un equipo que ha protagonizado remontadas históricas, como la del Game 1, considerada “la mayor remontada en la historia de los playoffs” por The Ringer, rompiendo modelos de probabilidad y dejando a los Knicks sin respuestas.
El genio silencioso que hace soñar a Indiana
Tyrese Haliburton es más que un jugador; es un símbolo de resiliencia y evolución. Como lo describe Nacho Miranda, es “el último base puro… y el primero de algo nuevo”. En estas Finales del Este 2025, Haliburton ha demostrado que no necesitas correr más rápido para ganar, solo pensar mejor. Su historia, desde ser descartado por su estilo hasta convertirse en el héroe de los Pacers, es un recordatorio de que la pasión y la inteligencia pueden romper cualquier barrera.
Hoy, 29 de mayo de 2025, mientras los Pacers se preparan para el Game 5 contra los Knicks, Indiana vibra con su líder. Tyrese Haliburton no solo ha puesto a los Pacers en el mapa; ha hecho que una ciudad entera sueñe con la gloria. ¿Será este el año en que los Pacers lleguen a las Finales de la NBA? Con Haliburton al mando, todo parece posible.
