Mientras los Oklahoma City Thunder se consolidan como uno de los favoritos al título de la NBA, la historia detrás de su éxito se remonta a una decisión que pocos valoraron en su momento: una excepción de traspaso en 2007. Sam Presti, el gerente general del equipo, ha sido el cerebro detrás de una reconstrucción magistral que hoy tiene al Thunder con un récord histórico de 68-14 en la temporada 2024-25, a un paso de las finales de la NBA, un MVP en Shai-Gilgeous Alexander, y un arsenal de picks que asegura su dominio futuro.
El génesis de un imperio
En 2007, Sam Presti asumió como gerente general de los Seattle Supersonics (pronto a convertirse en los Oklahoma City Thunder) con apenas 30 años, un joven prodigio que venía de trabajar como asistente en los San Antonio Spurs. Su primer gran movimiento llegó con un traspaso aparentemente insignificante: Rashard Lewis fue enviado a Orlando Magic a cambio de una excepción de traspaso de 9 millones de dólares y un pick de segunda ronda. Lo que parecía un movimiento menor se convirtió en la piedra angular de un proyecto que cambiaría el rumbo de la franquicia.
Con esa excepción, Presti adquirió a Kurt Thomas y dos picks de primera ronda de los Phoenix Suns. Uno de esos picks se convirtió en Serge Ibaka, seleccionado en el puesto 24 del Draft de 2008. Ibaka, un pívot defensivo de origen congoleño, se transformó en una pieza clave para los Thunder, liderando la liga en tapones en dos ocasiones y ayudando al equipo a alcanzar tres finales de conferencia entre 2010 y 2014. Su impacto defensivo, con un promedio de 2.7 tapones por partido en su mejor temporada, fue crucial para un equipo que entonces orbitaba alrededor de Kevin Durant y Russell Westbrook.
Intercambios que forjaron el futuro
El talento de Presti para ver más allá del presente se hizo evidente con cada decisión. En 2016, con los Thunder enfrentando una transición tras la salida de Durant, Presti tomó una decisión arriesgada: traspasó a Serge Ibaka a Orlando Magic a cambio de Victor Oladipo, Ersan Ilyasova y los derechos de Domantas Sabonis. Aunque el intercambio generó críticas iniciales, sentó las bases para un movimiento aún más grande.
Un año después, en 2017, Presti usó a Oladipo y Sabonis como moneda de cambio para adquirir a Paul George de los Indiana Pacers, un traspaso que trajo a la primera gran estrella de su era post-Durant. George llevó a OKC a dos temporadas sólidas, promediando 28.0 puntos por partido en 2018-19, pero su deseo de salir en 2019 pudo haber sido un golpe devastador para cualquier franquicia. No para Presti.
En un movimiento que hoy se considera uno de los más brillantes en la historia reciente de la NBA, Presti negoció con los LA Clippers un traspaso histórico: Paul George a cambio de Shai Gilgeous-Alexander, Danilo Gallinari, cinco picks de primera ronda y dos intercambios de picks. Este acuerdo, cerrado en julio de 2019, no sólo le dio a OKC un talento generacional en Shai, sino un botín de activos que les permitió reconstruir sin tocar fondo.
El fruto de la paciencia: Shai, Jalen y un arsenal de futuro
La reconstrucción de Presti fue un ejercicio de paciencia y precisión quirúrgica. Shai Gilgeous-Alexander, quien llegó como un prospecto prometedor, se convirtió en una superestrella. En la temporada 2024-25, Shai fue nombrado MVP de la NBA, promediando 30.1 puntos, 6.2 asistencias y 5.5 rebotes por partido, liderando a los Thunder a un récord de 68-14, el mejor de la liga. Su impacto, combinado con la madurez de Jalen Williams, seleccionado con uno de los picks adquiridos por Presti, transformó a OKC en un equipo temido.
Jalen Williams, elegido en el Draft de 2022, emergió como una estrella en 2024-25, promediando 21.4 puntos por partido y ganándose un lugar en el All-Star Game junto a Shai, un hito que los Thunder no lograban desde los días de Durant y Westbrook. Otro producto de los picks de Presti, Cason Wallace, se consolidó como un defensor élite, aportando 5.0 puntos y 1.2 robos por partido en los playoffs de 2025.
Pero el verdadero genio de Presti está en el futuro. Con 15 picks de primera ronda hasta 2030, OKC tiene la flexibilidad para seguir construyendo. Las incorporaciones de Alex Caruso e Isaiah Hartenstein en 2024 reforzaron un roster que combina juventud y experiencia, llevando al equipo a las finales de la Conferencia Oeste vs Timberwolves.
Ejecutivo del año
El impacto de Presti no pasó desapercibido. El 7 de mayo de 2025, la NBA lo nombró Ejecutivo del Año 2024-25, un galardón que había rozado tres veces como subcampeón (2010, 2020 y 2024). Con 10 votos de primera plaza, Presti superó a Koby Altman de los Cleveland Cavaliers y a Trajan Langdon de los Detroit Pistons, según el anuncio oficial de la liga. Este reconocimiento llegó tras una temporada en la que los Thunder no solo lograron el mejor récord de la NBA, sino que también mostraron un estilo de juego dominante, con un diferencial de puntos de +12.9, el más alto en la historia de la liga.
Presti, quien ha estado al frente de OKC desde 2007, ha transformado a los Thunder en un modelo de gestión deportiva. Su capacidad para acumular activos mientras construye un equipo competitivo lo ha convertido en un referente global, estudiado incluso fuera del baloncesto por su enfoque estratégico.
La lección de Presti
La historia de Sam Presti es una lección de visión, paciencia y audacia. Lo que comenzó con una excepción de traspaso en 2007 se convirtió, 18 años después, en un equipo que pelea por el título, liderado por un MVP y con un futuro asegurado. Presti no solo construyó un roster; creó una dinastía sostenible, una que desafía las prisas del deporte moderno y demuestra que los grandes éxitos requieren tiempo y estrategia.
Mientras los Thunder se preparan para su juego decisivo vs Minnesota, con la mira puesta en su primer título desde 1979 (como Seattle Supersonics), el legado de Presti resuena en cada pase de Shai, cada triple de Jalen y cada pick que aún está por llegar. En un mundo obsesionado con el ahora, Presti nos recuerda que los imperios se construyen mirando al horizonte.
