Tras la destitución de Gerardo Espinoza el 21 de abril de 2025, Chivas vivió un mes en el limbo. La eliminación del Clausura 2025 sin alcanzar el Play-In dejó a la afición rojiblanca con el corazón roto y a la directiva en una carrera contrarreloj. Nombres como Nicolás Larcamón, Domènec Torrent y hasta Matías Almeyda resonaron, pero todos se desvanecieron. Fue entonces cuando Gabriel Milito, el ex defensor del Barcelona y estratega de Atlético Mineiro, emergió como la opción definitiva. Chivas mejoró su oferta económica y selló un contrato de dos años con el argentino, quien ya prepara su llegada a la Perla Tapatía para liderar la pretemporada.
Pero esto no es solo un cambio de banquillo. Es un statement. Milito, un técnico que rechazó a Boca Juniors por la propuesta rojiblanca, llega con un currículum que mezcla experiencia, intensidad y una filosofía que podría ser el antídoto perfecto para un equipo sediento de identidad.
La mentalidad del Mariscal:
Gabriel Milito no es un desconocido en el fútbol sudamericano. A sus 44 años, el “Mariscal” ha forjado una carrera como entrenador que, aunque no está repleta de títulos, sí destila una obsesión por el juego bien jugado. Su paso por Estudiantes, Independiente, Argentinos Juniors, O’Higgins de Chile y Atlético Mineiro lo ha moldeado como un técnico exigente, táctico y, sobre todo, valiente. En 2024, llevó al Mineiro a la final de la Copa Libertadores (perdió 1-3 ante Botafogo) y conquistó el Campeonato Mineiro, su único título como DT hasta ahora. Sus números: 142 victorias, 78 empates y 88 derrotas en 308 partidos, con un 47.85% de efectividad. No es Pep Guardiola, pero tampoco lo pretende. Milito es un líder que apuesta por una idea y la defiende a muerte.
Su mentalidad es clara: ganar o perder, pero siempre con identidad. En un fútbol mexicano donde los resultados suelen pesar más que el proceso, Milito trae una propuesta contracultural. Su Chivas no será un equipo que se conforme con el empate agónico o el gol de rebote. Será un equipo que busque dominar, que asuma riesgos y que recupere la mística de un club que lleva demasiado tiempo lejos de los reflectores; o eso se va a esperar.
Un estilo de juego para enamorar a la afición
Si algo define a Gabriel Milito como entrenador, es su apuesta por el fútbol dinámico y ofensivo. Su filosofía se basa en tres pilares: posesión controlada, presión alta y salida desde el fondo. En Atlético Mineiro, implementó un 4-2-3-1 que priorizaba la movilidad, la intensidad y la construcción desde la defensa. No es el típico técnico que apuesta por el pelotazo o el repliegue defensivo. Milito quiere que sus equipos sean protagonistas, que tomen la iniciativa y que asfixien al rival con presión constante.
Para Chivas, esto es música para los oídos. La afición rojiblanca, conocida por su exigencia, lleva años pidiendo un equipo que no solo gane, sino que enamore. Milito promete precisamente eso: un Rebaño que salga a proponer, que recupere la garra y que haga vibrar el Estadio Akron. Imagina a jugadores como Cade Cowell o Roberto Alvarado desatados en transiciones rápidas, o a un mediocampo liderado por “Guti” dictando el ritmo con pases precisos. Milito no solo trae un esquema; trae una revolución.
Los desafíos: Reconstruir la confianza
No todo será color de rosa. Chivas enfrenta un reto monumental: recuperar la confianza de una afición desencantada y cerrar la brecha con rivales como América, que ya sueña con el tetracampeonato, o Rayados, que fichó a Domènec Torrent. Milito llega a un club que no ha ganado un título de liga desde 2017 y que necesita reforzar su plantilla para competir al máximo nivel. Además, su historial como técnico genera dudas: más derrotas que títulos y una efectividad que no deslumbra. ¿Podrá adaptar su estilo al fútbol mexicano, donde la presión es implacable?
Sin embargo, hay razones para el optimismo. Milito ya demostró en Brasil que puede manejar planteles de alto perfil y competir en torneos de élite. Su experiencia como jugador en el Barcelona, donde fue compañero de Lionel Messi, le da un aura de liderazgo que podría inspirar a los jóvenes talentos de Chivas. Además, su decisión de priorizar Guadalajara sobre Boca Juniors habla de su compromiso con el proyecto. “Milito ya les habría dado un plan de trabajo a la directiva del Chiverío”, reportó JuanFutbol, y eso es exactamente lo que Chivas necesita: un líder con un plan claro y la valentía para ejecutarlo.
La 13 está en el horizonte
Chivas no es un club cualquiera. Es una institución que lleva el peso de una nación, un equipo que representa la mexicanidad y la pasión de millones. Gabriel Milito lo sabe, y su llegada es una promesa de lucha. No será fácil, pero el “Mariscal” tiene las herramientas para construir un Rebaño que no solo compita, sino que haga soñar.
El Apertura 2025 está a la vuelta de la esquina, y con Milito al mando, Chivas tiene una oportunidad de oro para recuperar su lugar en la cima.