martes, mayo 20, 2025
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Oliver Glasner: El artífice de un Crystal Palace campeón de la FA Cup

En el fútbol, hay victorias que trascienden el césped, que se convierten en historias épicas que se contarán por generaciones. El 17 de mayo de 2025, el Crystal Palace, un club sin títulos importantes en sus 120 años de historia, levantó la FA Cup tras derrotar 1-0 al todopoderoso Manchester City en Wembley. El artífice de este milagro es Oliver Glasner, el entrenador austriaco que, con una visión clara, decisiones valientes y una mentalidad de acero, transformó a las Águilas en campeones. Como dijo en la víspera del triunfo: “Creó una visión de que ganarían el trofeo antes del primer partido”. Y lo logró. 

Oliver Glasner: El visionario que sobrevivió a la adversidad

Oliver Glasner, nacido el 28 de agosto de 1974 en Salzburgo, Austria, no es un extraño al éxito ni a la lucha. Como jugador, pasó casi toda su carrera en el SV Ried, donde ganó dos Copas de Austria (1998 y 2011). Sin embargo, su vida dio un giro dramático en 2011, cuando un entrenamiento de cabezazos le provocó una hemorragia cerebral. Tras una cirugía de emergencia, los médicos le ordenaron retirarse, pero Glasner no se rindió. Con más de 500 partidos en su haber y un título universitario en administración, comenzó su carrera como entrenador en Red Bull Salzburgo como asistente en 2012, antes de brillar en SV Ried, LASK Linz, Wolfsburgo y Eintracht Frankfurt, donde conquistó la Europa League en 2022.

Llegó al Crystal Palace el 19 de febrero de 2024, reemplazando a Roy Hodgson en medio de una tormenta. El equipo no ganaba un partido de Premier League hasta octubre de 2024, con 5 derrotas y 3 empates, y la afición temía lo peor. Pero Glasner, con su optimismo contagioso, cambió el rumbo: “Es hora de abrazar a mis jugadores, no de darles patadas”, dijo en octubre, cuando las críticas arreciaban. Su mantra, “Invierte en algo; trabajo, familia, amigos, obtienes recompensas”, se convirtió en el pilar de su filosofía, inspirando a un equipo que, contra todo pronóstico, terminó la temporada 2024-25 en el lugar 12 de la Premier League y conquistó la FA Cup.

La visión: “Ganaremos el trofeo desde el primer partido”

Glasner no solo entrena; él construye sueños. Antes del primer partido de la FA Cup contra Stockport County, el austriaco reunió a sus jugadores y les plantó una idea audaz: “Vamos a ganar este trofeo”. No era una promesa vacía, sino una visión respaldada por un plan meticuloso. Glasner mantuvo la rutina del equipo sin cambios, incluso antes de la final, evitando discursos grandilocuentes y enfocándose en la consistencia. “Parece un partido normal”, dijo, aunque enfrentaban al Manchester City de Pep Guardiola, siete veces campeón de la FA Cup.

Su mentalidad ganadora se reflejó en cada ronda. El Palace superó a Doncaster Rovers, Millwall (pese a la brutal lesión de Jean-Philippe Mateta), Fulham en cuartos y Aston Villa en semifinales con un contundente 3-0. Glasner inculcó una fe inquebrantable: “Mostrar quiénes somos, jugar como queremos jugar e intentar ganar”, repetía. Esta mentalidad transformó a un equipo que, en octubre, parecía destinado al fracaso en uno que derrotó al gigante City en Wembley.

La táctica: Desarmando al Manchester City

Glasner no solo venció al City; lo descifró. Su análisis táctico, descrito por BBC Sport como “confiado y preciso”, ya había dado frutos en un empate 2-2 contra el City en diciembre de 2024. “Sabíamos que podíamos jugar con mayor intensidad; los datos lo mostraban. Había mucho espacio a los lados de Gündogan en su 4-1-4-1”, explicó Glasner. En la final, aplicó esta lección con maestría, utilizando un 3-4-2-1 que combinaba solidez defensiva con transiciones letales.

El plan fue simple pero devastador: absorber la presión del City, que tuvo el 88% de posesión en los primeros minutos, y contraatacar con precisión quirúrgica. En el minuto 16, Jean-Philippe Mateta, recuperado de su lesión, recibió un balón largo, jugó un pase de pared con Daichi Kamada y habilitó a Daniel Muñoz, cuyo centro raso encontró a Eberechi Eze para el gol decisivo. Fue el primer disparo del Palace, su primer toque en el área rival, y bastó para ganar.

El arquero Dean Henderson fue otro héroe, deteniendo un penalti de Omar Marmoush en el minuto 36 y haciendo paradas clave frente a Erling Haaland. Glasner, consciente de las fortalezas del City, mantuvo una defensa disciplinada con Marc Guehi como líder, mientras que Ismaila Sarr y Eze flotaban detrás de Mateta para explotar los espacios. “Defendimos con cada fase del cuerpo, con gran mentalidad y unión”, dijo Glasner tras el partido.

El austriaco también aprendió de una derrota previa ante el City (5-2 en abril) y ajustó su estrategia. “Si nos enfrentamos de nuevo, no puedes jugar con ese sistema porque lo resolveremos”, advirtió entonces, y en la final cumplió su promesa. Su 3-4-2-1 neutralizó el mediocampo de Guardiola, aprovechando la falta de un segundo pivote defensivo y castigando en las transiciones.

La filosofía: Invierte y cosecha

El lema de Glasner, “Invierte en algo; trabajo, familia, amigos, obtienes recompensas”, no es solo una frase motivacional; es su forma de vida. Tras sobrevivir a una hemorragia cerebral, el austriaco entiende el valor de la resiliencia y la conexión humana. En el Palace, fomentó una cultura de esfuerzo colectivo, donde cada jugador, desde el capitán Guehi, el francés, Jean Phillipe Mateta o Eberechi Eze , se sintió parte de algo más grande.

Glasner no solo dio un trofeo al Palace; dio esperanza a los aficionados. “El mayor logro no es levantar el trofeo, sino darles a decenas de miles de londinenses del sur un momento inolvidable”, dijo tras la final. En un mundo donde el fútbol a veces se siente frío y mercantil, Glasner recordó a todos que este deporte es sobre emociones, comunidad y segundas oportunidades.

Un héroe improbable en Wembley

El Crystal Palace no solo ganó la FA Cup; reescribió su historia. Glasner, el hombre que venció a la muerte y a Pep Guardiola, demostró que los sueños imposibles son posibles con visión, trabajo y valentía. Como dijo, “Necesitáis a alguien que os abrace, y esto es para los aficionados”. Desde la lesión de Mateta, que pudo haber terminado su carrera, hasta el penalti detenido por Henderson, cada momento de esta FA Cup fue un testimonio de la mentalidad de Glasner: nunca rendirse, siempre creer.

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