lunes, mayo 12, 2025
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Matías Grande: La flecha que ilumina el futuro del tiro con arco mexicano

En el corazón de Shanghai, donde el río Huangpu refleja los rascacielos y la historia, un joven mexicano de 20 años escribió su nombre en letras de plata. Matías Grande, con la calma de un monje y la precisión de un francotirador, conquistó una histórica medalla de plata en la prueba individual de arco recurvo en la Copa del Mundo de Tiro con Arco 2025. Pero este no fue un destello aislado: semanas antes, en Florida, Grande y la legendaria Alejandra Valencia se colgaron el oro en la modalidad de equipo mixto, anunciando al mundo que México no solo compite, sino que aspira a dominar. 

¿Quién es Matías Grande: La historia de un prodigio

Nacido el 25 de abril de 2004 en Mérida, Yucatán, Matías Grande creció lejos de los reflectores, pero cerca del arco. A los 8 años, inspirado por los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde Aída Román y Mariana Avitia hicieron historia para México, tomó un arco por primera vez. “Vi a Aída en la tele y dije: ‘Yo quiero hacer eso’”, contó en una entrevista. Bajo la tutela de su entrenador, Lee Wong, y el apoyo de su familia, Grande transformó su patio en un campo de tiro improvisado, disparando flechas a dianas hechas de cartón.

Su talento no tardó en despuntar. En 2019, con apenas 15 años, ganó el campeonato nacional juvenil y comenzó a competir internacionalmente. En 2021, se colgó el oro por equipos mixtos en el Mundial Juvenil de Polonia junto a Valentina Vázquez. Su debut olímpico en París 2024, aunque sin medalla, fue una lección: llegó a octavos en individual y ayudó al equipo masculino a quedar sexto. “París me enseñó que la presión es solo un reto más”, dijo a Excélsior.

Grande es más que un atleta. Estudiante de ingeniería, fanático de los tacos al pastor y admirador de Rafael Nadal, su humildad y disciplina lo han convertido en un favorito de los fans. 

Una plata histórica en Shanghai

El 11 de mayo de 2025, en la Riverside Financial Plaza de Lujiazui, Shanghai, Matías Grande se plantó en la línea de tiro con la serenidad de quien sabe que su momento ha llegado. Tras quedar séptimo en la ronda clasificatoria, el mexicano desató una racha de victorias que dejó boquiabiertos a los aficionados. Con un arco que parecía una extensión de su alma, derrotó al suizo Thomas Rufer (7-1), al bangladesí Abdur Rahman (7-3), al brasileño Marcus D’Almeida (7-1) y al neerlandés Willem Bakker (7-1). Cada flecha era un mensaje: México está aquí para quedarse.

En las semifinales, enfrentó al francés Baptiste Addis, subcampeón olímpico por equipos en París 2024. Grande, que había perdido ante Addis en los octavos de final de aquellos Juegos, vio esta como su revancha. Sin embargo, el oro se le escapó en la final ante el surcoreano Kim Woojin, campeón olímpico y maestro del recurvo. La plata, sin embargo, no fue una derrota, sino un hito: la primera medalla individual de Grande en el circuito de la Copa del Mundo. A sus 20 años, esta medalla lo coloca como el arquero mexicano más joven en brillar a este nivel desde que Alejandra Valencia irrumpió en 2011.

Oro en Florida: El dúo dinámico con Alejandra Valencia

La plata en Shanghai fue la coronación de un 2025 que ya pintaba dorado. En la primera etapa de la Copa del Mundo, del 8 al 13 de abril en Central Florida, Grande y Alejandra Valencia, la reina del tiro con arco mexicano, hicieron historia al ganar el oro en la prueba de equipo mixto recurvo. Enfrentándose a España en la final, el dúo mexicano se impuso con un contundente 5-3, demostrando una química que trasciende generaciones. “Matías es como un hermano menor, pero con la mentalidad de un veterano”, confesó Valencia.

El camino al oro no fue fácil. En Florida, Grande y Valencia vencieron a Turquía en la segunda ronda, a Indonesia en cuartos y a China en semifinales. Cada victoria era un paso hacia la gloria, y la final contra los españoles fue un espectáculo de precisión y nervios de acero. Este triunfo no solo les dio el primer lugar, sino que consolidó a Grande como un pilar del equipo mexicano, que se llevó seis medallas en total en Auburndale, liderando el medallero por encima de potencias como Estados Unidos.

¿Por qué Matías Grande es la esperanza?

El tiro con arco mexicano vive un renacimiento, y Matías Grande es su estandarte. Desde que Ernesto Boardman ganó el primer oro mundial para México en 1973, el país ha luchado por mantenerse en la élite. Las medallas olímpicas de Aída Román (plata, 2012), Mariana Avitia (bronce, 2012), Alejandra Valencia (bronce mixto, 2020; bronce por equipos, 2024) y Luis Álvarez (bronce mixto, 2020) marcaron hitos, pero Grande representa algo nuevo: una generación joven que no teme a las potencias como Corea del Sur o Estados Unidos.

Su plata en Shanghai y el oro con Valencia en Florida son solo el comienzo. México, que lideró el medallero en Auburndale con seis preseas, está construyendo un equipo sólido rumbo a Los Ángeles 2028, donde el tiro con arco será un evento clave en el LA Memorial Coliseum. “Matías tiene el potencial de ser nuestro primer campeón olímpico masculino”, afirmó Hilda Garza, presidenta de la Federación Mexicana de Tiro con Arco. Su capacidad para enfrentar a arqueros como Marcus D’Almeida (número 3 del mundo) o Kim Woojin lo respalda.

Además, Grande no está solo. Junto a Valencia, Maya Becerra (campeona mundial en compuesto), Ángela Ruiz y Ana Paula Vázquez, México tiene un equipo que combina experiencia y juventud. “Somos una familia, y Matías es el pequeño que nos empuja a todos”, dijo Becerra. Con el apoyo de la CONADE y un programa de entrenamiento intensivo en el Centro Nacional de Alto Rendimiento, el futuro luce brillante.

Los retos y el camino a 2028

No todo es un disparo perfecto. Grande enfrentará desafíos en las próximas etapas de la Copa del Mundo 2025: Antalya (Turquía, junio), Madrid (España, julio) y la final en Nanjing (China, octubre). Corea del Sur, con su hegemonía en el recurvo, sigue siendo el gran obstáculo, y arqueros como Brady Ellison (EE.UU.) y Mete Gazoz (Turquía) no darán tregua. Además, Grande debe lidiar con la presión de ser la nueva cara del deporte mexicano, algo que, según su entrenador, “maneja con una madurez increíble”.

Rumbo a Los Ángeles 2028, Grande tiene un objetivo claro: “Quiero una medalla olímpica, pero no solo para mí, sino para México”. Su historia es un recordatorio de que los sueños, como las flechas, requieren paciencia, puntería y corazón. 

Una flecha que apunta al cielo

Matías Grande no es solo un arquero; es un símbolo de lo que México puede lograr cuando el talento se encuentra con la pasión. Su plata en Shanghai y su oro con Alejandra Valencia en Florida son más que medallas: son promesas de un futuro dorado. Mientras afina su arco y apunta a Los Ángeles 2028, Grande lleva consigo los sueños de un país que cree en él. Porque, como él mismo dice: “Cada flecha es una oportunidad para volar más alto”.

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