En el fútbol, hay entrenadores que ganan partidos, otros que ganan títulos, y luego está Xabi Alonso, que escribe historias épicas. El 9 de mayo de 2025, el mundo del fútbol se detuvo con una noticia que resonó como un trueno: Xabi Alonso, el artífice de la era dorada del Bayer Leverkusen, dejará el club al final de la temporada 2024-25. Tras liderar al Werkself a una Bundesliga invicta, una DFB-Pokal, una DFL-Supercup y una final de Europa League, con un récord europeo de 51 partidos sin derrota, Alonso cierra un capítulo que cambió para siempre la historia de un club apodado alguna vez “Neverkusen”.
El milagro de Xabi
Cuando Xabi Alonso asumió el banquillo del Bayer Leverkusen el 5 de octubre de 2022, el panorama era desolador. El equipo languidecía en el puesto 17 de la Bundesliga, eliminado de la DFB-Pokal por el Elversberg de tercera división y con una campaña europea tambaleante. Pero Alonso, con la calma de un monje y la visión de un ajedrecista, vio en ese caos una oportunidad. “Puedo tener un impacto aquí”, dijo en su primera rueda de prensa. Y vaya si lo tuvo.
En su debut, goleó 4-0 al Schalke 04, enviando un mensaje claro: el Leverkusen no se rendiría. En la temporada 2022-23, llevó al equipo del abismo al sexto lugar en la Bundesliga y a las semifinales de la Europa League, con una racha de 14 partidos invicto. Pero eso fue solo el preludio. La temporada 2023-24 sería la obra maestra de Alonso, un lienzo donde pintó la grandeza.
La temporada de los invencibles
El 2023-24 marcó un hito no solo para Leverkusen, sino para el fútbol europeo. Bajo la batuta de Alonso, el Werkself conquistó su primera Bundesliga en 120 años de historia, y lo hizo sin perder un solo partido: 28 victorias, 6 empates, 90 puntos y 89 goles. Fue la primera vez que un equipo alemán completó una temporada de liga invicto, rompiendo el dominio de Bayern Múnich, que había ganado 11 títulos consecutivos. El 14 de abril de 2024, una goleada 5-0 ante Werder Bremen selló el título con cinco jornadas de sobra, desterrando para siempre el mote de “Neverkusen”.
Pero Alonso no se conformó. El 25 de mayo de 2024, Leverkusen venció 1-0 al Kaiserslautern en la final de la DFB-Pokal, logrando el primer doblete doméstico invicto en la historia del fútbol alemán. A pesar de jugar con 10 hombres tras una expulsión, el gol de Granit Xhaka y la resiliencia del equipo reflejaron el sello de Alonso: nunca rendirse. La guinda llegó en agosto de 2024, cuando Leverkusen alzó la DFL-Supercup tras vencer 4-2 en penales al Stuttgart, completando un triplete doméstico.
En Europa, Alonso llevó al Leverkusen a la final de la Europa League 2024, su primera final continental desde 2002. Aunque cayeron 3-0 ante Atalanta, el camino fue épico: 51 partidos invictos en todas las competiciones, superando el récord europeo de Benfica (48 partidos entre 1963-65). Desde el empate de última hora de Josip Stanišić ante Dortmund hasta el gol de Robert Andrich en el minuto 97 contra Stuttgart, el Leverkusen de Alonso se especializó en milagros tardíos, con 42 goles después del minuto 80.
El cerebro detrás del éxito
¿Qué hizo de Alonso un genio en Leverkusen? Su filosofía táctica, forjada bajo maestros como Pep Guardiola, José Mourinho y Carlo Ancelotti, combinó posesión (89.8% de pases completados en 2023-24) con transiciones letales. Transformó a jugadores como Florian Wirtz en magos del balón, a Victor Boniface en un killer del área y a Alejandro Grimaldo en un lateral ofensivo imparable. Su 3-4-2-1 dio libertad creativa a sus pupilos, pero también instaló una mentalidad de acero. “Hay que estar tranquilos, incluso cuando vas perdiendo”, dijo Granit Xhaka, resumiendo el mantra de Alonso.
El español no solo ganó partidos, sino corazones. Su humildad y cercanía conquistaron a los hinchas. “Xabi es más que un entrenador, es un legado”, escribió el Leverkusen en X al anunciar su partida. En 138 partidos, logró 88 victorias, 32 empates y solo 18 derrotas, con 311 goles a favor. Su promedio de 2.2 puntos por partido es el mejor en la historia del club, y su racha de 28 partidos invictos fuera de casa en la Bundesliga es un récord único, inalcanzable incluso para el Bayern de Guardiola.
Un adiós con sabor a leyenda
La temporada 2024-25, aunque no igualó la perfección anterior, mantuvo a Leverkusen en la élite. Pese a una derrota ante RB Leipzig que acabó con 41 partidos invictos domésticos, el equipo terminó segundo en la Bundesliga, alcanzó los octavos de final de la Champions League y llegó a las semifinales de la DFB-Pokal. Pero el 9 de mayo de 2025, Alonso anunció su salida tras un acuerdo con el club, que respetó su deseo de cerrar su contrato un año antes de lo previsto (2026). “Hemos tenido una conexión increíble”, dijo en su última rueda de prensa en el BayArena, antes de enfrentar al Borussia Dortmund.
Los rumores apuntan a que su próximo destino podría ser el Real Madrid, donde brilló como jugador y donde se le ve como el heredero natural de Ancelotti. “No es momento de hablar de eso”, respondió Alonso con su característica elegancia cuando le preguntaron por su futuro. Lo que sí es seguro es que Leverkusen nunca olvidará al hombre que les dio su primer título de liga, que los hizo soñar en Europa y que transformó un club de “casi” en uno de “siempre”.
El valor de un visionario
Xabi Alonso llegó a Leverkusen como un ex mediocampista de clase mundial con apenas experiencia en los banquillos. Se va como uno de los entrenadores más prometedores del planeta. “Juntos escribimos una historia de éxito sin precedentes”, dijo Werner Wenning, presidente del comité de accionistas del club. Desde los despachos hasta la grada, todos coinciden: Alonso no solo ganó trofeos, sino que elevó el estatus del Leverkusen a nivel global.
En la ciudad de Leverkusen, los aficionados aún cantan su nombre. En el fútbol mundial, su legado es un recordatorio de que los milagros existen cuando hay talento, trabajo y fe. Como dijo Alonso tras ganar la Bundesliga: “En 20 años, miraremos atrás y diremos: ‘Nosotros lo hicimos’”.