viernes, mayo 9, 2025
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Antony y su redención verdiblanca

En el fútbol, a veces, un cambio de aire es todo lo que necesitas para volver a brillar. Antony, el extremo brasileño que llegó al Real Betis como un alma en pena tras un paso gris por el Manchester United, ha encontrado en Sevilla no solo su mejor fútbol, sino su hogar. En apenas unos meses, ha pasado de ser blanco de críticas y memes en Inglaterra a convertirse en el héroe que llevó al Betis a su primera final europea en 118 años de historia, la UEFA Conference League 2024-25. Más aún, está a un paso de hacer historia como el único jugador en ganar la UEFA Europa League y la UEFA Conference League en la misma temporada. 

De Old Trafford a Heliópolis

Cuando Antony aterrizó en Sevilla el 25 de enero de 2025, cedido por el Manchester United, las expectativas eran bajas. Su paso por Old Trafford, tras un traspaso de 95 millones de euros desde el Ajax en 2022, estuvo marcado por destellos de calidad opacados por inconsistencia, lesiones y burlas. Una jugada en la que giró 360 grados para luego perder el balón se convirtió en meme viral, símbolo de un talento que parecía perdido. En la temporada 2024-25, apenas sumó 407 minutos con los Red Devils, relegado a la Carabao Cup. “Necesito minutos, confianza y felicidad”, dijo Antony en su presentación con el Betis. Y el club verdiblanco, bajo la batuta de Manuel Pellegrini, le dio exactamente eso.

Desde su llegada, el Betis mimó cada detalle. Le consiguieron casa y coche en 24 horas, un contraste con los meses que pasó en un hotel en Manchester. Sus compañeros, liderados por Isco, lo arroparon; leyendas béticas como Denilson y Ricardo Oliveira le dieron la bienvenida. La afición, siempre apasionada, lo adoptó como propio. Antony, de 25 años, no solo encontró un equipo, sino una familia. Y respondió en la cancha con un fútbol que recordó al que deslumbró en el Ajax de 2018.

El héroe de la Conference League

Antony no tardó en dejar su huella. En su debut ante el Athletic Club el 2 de febrero de 2025, asistió en un empate 2-2 y fue elegido MVP, aunque pidió más concentración en el balón parado, mostrando un liderazgo inesperado. Dos semanas después, ya había marcado en LaLiga y en la Conference League, sumando tres goles, una asistencia y un penal provocado en sus primeros cuatro partidos. “Voy a dar mi vida por este equipo”, prometió, y cumplió con creces.

Su impacto en la UEFA Conference League fue monumental. El 8 de mayo de 2025, Antony fue la figura estelar en la vuelta de las semifinales ante la Fiorentina, marcando un golazo que selló una victoria 2-1 (3-2 en el global) y clasificó al Betis a su primera final europea. Las cámaras captaron sus lágrimas al final del partido, un reflejo de lo que este club significa para él. Desde su llegada, registró 7 goles y 4 asistencias en 20 partidos, pero su influencia va más allá de los números: su desborde, velocidad y conexión con Isco y Lo Celso transformaron al Betis en un equipo temido en Europa.

Un romance con el beticismo

La conexión de Antony con el Betis es pura magia. En marzo de 2025, durante una visita al Tour del Villamarín, sorprendió a un grupo de aficionados con un mensaje que caló hondo: “Una historia no se define por cómo empieza, pero comenzar este camino con ustedes ha sido inolvidable. Nos queda mucho por hacer”. En Instagram, compartió su amor por el club, agradeciendo el cariño y prometiendo “seguir intentándolo”. La afición, que lo recibió con cánticos y bengalas tras una remontada épica ante el Espanyol (con otro golazo suyo), lo idolatra junto a Isco.

Su redención no solo es futbolística, sino personal. Tras dos años ausente, volvió a ser preconvocado por Brasil en marzo de 2025, con el Mundial 2026 en el horizonte. “En Sevilla, he recuperado mi amor por el fútbol”, confesó. Su abrazo a Pellegrini tras un gol, su celebración con la grada, su felicidad al desayunar en la ciudad deportiva (“Ramón, yo no quiero volver”, le decía al CEO Ramón Alarcón) son pruebas de un jugador que, liberado de la presión, ha vuelto a brillar.

Una lección de fútbol y vida

La historia de Antony en el Betis es un recordatorio de lo que el fútbol puede ser cuando se juega con pasión. En Inglaterra, fue juzgado por un precio que no eligió; en Sevilla, es valorado por lo que aporta. Sus lágrimas tras clasificar al Betis a la final no eran solo de alegría, sino de alivio, de un hombre que superó las burlas y encontró su lugar. Como dijo en X el periodista Albert Ortega: “Ha encontrado su sitio en el mundo. Y se ha enamorado de este club”.

Antony no solo llevó al Betis a una final histórica, sino que demostró que, cuando un jugador disfruta del fútbol sin ser “reventado” por la presión, puede cambiar la historia de un club.

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