Steve Nash fue extraordinariamente bueno y es considerado uno de los mejores bases armadores en la historia de la NBA. A pesar de que el título siempre se le negó, en buena parte porque siempre estuvo compitiendo en la conferencia oeste a lo largo de la primera década de los 2000’s, cuando justamente el oeste era considerada la conferencia más complicada de la NBA, la marca que dejó ‘Captain Canadá’ es imborrable. Entre sus más grandes logros están:
Logros clave:
- 2 veces MVP de la NBA (2005, 2006) — un logro rarísimo, y más aún para un base.
- 8 veces All-Star.
- 5 veces líder en asistencias por temporada.
- Miembro del club 50–40–90 (50% en tiros de campo, 40% en triples, 90% en libres) — lo logró ¡cuatro veces! Más que nadie en la historia.
Estilo de juego:
- Maestro del pick-and-roll.
- Visión de juego élite, pases imposibles que parecían magia.
- Uno de los mejores tiradores de todos los tiempos, aunque prefería asistir que lanzar.
- Líder clave del revolucionario sistema ofensivo de los Phoenix Suns con Mike D’Antoni: el famoso “Seven Seconds or Less”.
Críticas o limitaciones:
- Nunca ganó un campeonato NBA.
- Defensa promedio o por debajo del promedio.
- Algunos creen que sus MVP fueron polémicos (por ejemplo, que Shaq o Kobe los merecían en esos años).
Legado:
- Elevó el ritmo y la estética ofensiva del baloncesto moderno.
- Influenció a una generación de armadores como Curry, Trae Young o Luka Doncic.
- Entró al Salón de la Fama en 2018.
En resumen, no era solo bueno, fue un genio ofensivo que cambió cómo se juega el baloncesto. Y muy probablemente no estaríamos de lo influyente que son jugadores como Curry hoy en día si leyendas como Nash no hubieran labrado el camino primero para los bases de la liga. Incluso se podría decir que si Nash hubiera tirado más de lo que pasaba, hubiera sido una influencia y una revolución en el juego aun mayor.