Román Martinez, canterano americanista, comenzó su carrera de forma prometedora. Parecía ser uno de los revulsivos en ataque que tanto necesitaba el fútbol mexicano, y más con la escasez de arietes nacidos en territorio nacional. El América estaba cubierto debido a la presencia de Henry, Quiñones, Aguirre y hasta Ilian como competencia relativamente directa de el llamado ‘Mozumbito’.
Era difícil hacerse un hueco cuando había tanta competencia y de una calidad altísima. Pero aún así, el canterano americanista no aprovechó las pocas oportunidades que se le dieron. Tendía a subirse a un balón para provocar a sus rivales y esa es, tristemente, la imagen que más recordará el colectivo de el. Pero más que subirse a un balón, parece que el oriundo de Puebla se subió a una ladrillo.
Y es que de haber sido bicampeón con el equipo que lo llevó al profesionalismo, eventualmente fue cedido al Tampico Madero. E incluso ahí no tuvo mucha actividad ya que habían comenzado sus problemas disciplinarios. Sumado a que ni siquiera seguía la dieta que le indicaban en el equipo. Fue dado de baja, debido a que mostraba un muy evidente sobrepeso.
Desde entonces, Martinez vive prácticamente semi retirado, jugando ocasionalmente en ligas amateur y recientemente “fichado” por el Dortmund. Aunque no el equipo alemán que todos pensamos, si no un equipo amateur de Tlaxcala.
Ha sido dramática la caída de alguien que hace menos de un año, había sido campeón del fútbol mexicano, y más aún considerando que sólo tiene 22 años. Está solo en el poder volver, pero se antoja difícil cuando su problema parece pasar más por lo mental que por lo futbolístico.