En el fútbol, hay historias que trascienden el césped, que se tejen con sacrificio, talento y un toque de destino. Juliano Belletti, el lateral brasileño que en 2006 escribió su nombre en la eternidad culé con un golazo en la final de la Champions League, ha vuelto a hacer historia en 2025. Esta vez, desde el banquillo, liderando al Juvenil A del FC Barcelona a un triplete histórico: Liga, Copa del Rey Juvenil y la codiciada UEFA Youth League. A 19 años de su hazaña en el Stade de France, Belletti ha moldeado una generación de promesas que ilumina el futuro de La Masía.
El héroe de París: La Champions de 2006
El 17 de mayo de 2006, el FC Barcelona, dirigido por Frank Rijkaard, enfrentaba al Arsenal en la final de la Champions League en París. Los culés, con un plantel estelar liderado por Ronaldinho, Eto’o y Puyol, se veían contra las cuerdas tras la expulsión de Jens Lehmann y un gol de Sol Campbell. El panorama era sombrío, pero la entrada de Henrik Larsson y Juliano Belletti cambió el destino. En el minuto 81, Larsson asistió a Belletti, quien, desde el borde del área, conectó un disparo raso que se coló entre las piernas de Almunia. Era su primer y único gol con la camiseta blaugrana, pero valió la segunda Champions del club. Belletti, apodado “el Héroe de París,” se convirtió en leyenda.
Aquel gol no solo definió su paso por el Barça (2004-2007), donde también ganó dos Ligas y una Supercopa, sino que marcó su carrera. Tras el Barça, jugó en Chelsea, donde disputó otra final de Champions en 2008, y regresó a Brasil para ganar el Brasileirão con Fluminense en 2010. Sin embargo, lesiones en el tendón de Aquiles lo obligaron a retirarse en 2011. Su palmarés, con 26 títulos, incluye un Mundial con Brasil en 2002, pero nada brilla tanto como aquel gol en París.
El regreso a La Masía
Tras colgar las botas, Belletti se reinventó como entrenador. Su carrera en los banquillos comenzó en 2021 como asistente en Cruzeiro, siguió en 2022 como DT del São Paulo Sub-20, y en 2023 llegó al FC Barcelona como asistente del Juvenil A bajo Óscar López. En julio de 2024, asumió el mando del Juvenil A, una apuesta arriesgada pero visionaria del director deportivo Deco, su excompañero. A sus 48 años, Belletti, sin el carnet UEFA Pro necesario para categorías superiores, demostró que su instinto y experiencia podían obrar milagros.
Su filosofía es clara: potenciar la mentalidad ganadora, replicar el ADN Barça del 4-3-3 y preparar a los jóvenes para el salto al primer equipo:
“No se gana siempre, pero en este club debemos jugar buen fútbol”
Declaró Belletti, quien diseña entrenamientos que simulan partidos reales para forjar jugadores competitivos. Su obsesión por el trabajo en equipo y su capacidad para gestionar victorias y derrotas han calado hondo en una plantilla sin estrellas rutilantes, pero con un colectivo imparable.
La hazaña de 2025
La temporada 2024-25 del Juvenil A del Barça, bajo la tutela de Belletti, ha sido un recital de fútbol y ambición. El equipo conquistó tres títulos en una campaña de ensueño, consolidándose como el máximo ganador de la UEFA Youth League con tres coronas (2014, 2018, 2025):
- Copa del Rey Juvenil (16 de marzo de 2025): En Villanueva de la Serena, el Barça aplastó 5-0 al Real Zaragoza en la final, rompiendo una sequía de 14 años. Los jugadores mantearon a Belletti en celebración, un gesto que reflejó su conexión con el grupo. Este título, el 19º del club en la competición, amplió la ventaja sobre el Real Madrid (15).
- División de Honor Juvenil (Abril 2025): Con tres jornadas de sobra, el equipo se coronó campeón, liderando con seis puntos de ventaja sobre la Damm. Goles de Quim Junyent y Brian Fariñas ante Mallorca sellaron un título que allanó el camino a la Copa de Campeones, aún pendiente al cierre de esta nota.
- UEFA Youth League (28 de abril de 2025): En el Colovray Sports Centre de Nyon, el Barça goleó 4-1 al Trabzonspor en la final, con doblete de Ibrahim Diarra y goles de Andrés Cuenca y Hugo Alba. La campaña europea fue épica: tras un tropiezo inicial ante Mónaco (4-3), el equipo sumó cinco victorias en la fase de grupos, destacando un 3-1 al Bayern Múnich con doblete de Óscar Gistau. En las rondas eliminatorias, superaron al Dinamo de Zagreb en penales, al Aston Villa en octavos y al Stuttgart en cuartos, antes de arrollar al Anderlecht en semis.
El triplete, un logro inédito para el Juvenil A, posicionó a Belletti como un entrenador de élite. Su equipo, cuarto en la fase de grupos con cinco victorias y una derrota, mostró carácter para remontar partidos complicados, como el 2-1 al Estrella Roja liderado por Hugo Alba. La final, disputada bajo un apagón mediático en la península ibérica, no opacó la hazaña, que resonó en las redes sociales y consolidó al Barça como el rey de la Youth League.
Romper la “maldición” de La Masia
La Youth League ha sido históricamente una vitrina para el talento culé, pero también una “maldición”: muchos campeones, como Munir El Haddadi o Kaptoum, no consolidaron carreras estelares en el primer equipo. Belletti, consciente de esto, trabaja para que sus pupilos rompan esa barrera. Su método, basado en la confianza y la preparación mental, busca forjar no sólo futbolistas, sino profesionales resilientes. “Mi trabajo es prepararlos para lo que viene”, afirmó.
El triplete de 2025 no solo es un éxito deportivo; es una señal de que La Masía, bajo la gestión de Deco y la guía de técnicos como Belletti, está recuperando su esplendor. El club ya planea ascender al brasileño al Barça Atlètic en 2026, aunque su falta de licencia UEFA Pro es un obstáculo. Por ahora, Belletti sigue enfocado en la Copa de Campeones, con la ambición de un “pleno al 4” que sería histórico.
La Youth League 2025 no fue solo un trofeo; fue una declaración de intenciones. El Barça de Belletti demostró que el talento, la identidad y el trabajo en equipo pueden imponerse. Como en 2006, cuando un gol suyo tumbó al Arsenal, Belletti volvió a desafiar las probabilidades, esta vez moldeando el futuro. Su historia, de jugador a entrenador, es un recordatorio de que los héroes no solo nacen en el campo, sino también en los banquillos, donde se forjan los sueños de la próxima generación.