En la NBA el término de Super equipos es muy común y por obvias razones suelen ser los principales contendientes al título. Ha habido múltiples casos de super equipos exitosos, ya que se podría considerar a los Showtime Lakers o a los Celtics de los ochentas, a los Bulls de los noventas, a los Spurs de los 00’s y a los Warriors de la década pasada.
Pero ha habido muchos casos de super equipos que fracasaron estrepitosamente.
El que es probablemente el caso reciente más escandaloso de todos es el de los Brooklyn Nets del 2021. Harden, Durant e Irving se juntaron con la idea de ganar el título, pero entre lesiones y la polémica de Kyrie no vacunarse, dinamitaron las aspiraciones de los de Brooklyn. Los Rockets formaron dos Big Three casi idénticos en los noventas. Barkley alcanzó a Olajuwon y Drexler en los Rockets, ya que ellos pudieron ganar dos títulos juntos. Pero Sir Charles no pudo conseguir el campeonato e incluso, cuando Drexler se retiró y Pippen llegó a Houston, se anticipaba que los de Texas ganaría su tercer título en los noventas. Pero la pobre química del equipo hizo que esto no fuera posible.
Aunque sí de Super equipos se trata, los Lakers han tenido múltiples fracasos cuando quieren armar equipos plagados de estrellas. En el 2004, Karl Malone y Gary Payton se integraron al equipo comandado por Phil Jackson y cuyas estrellas eran Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. Los fans de la NBA lo recordarán como el año en el que Shaq y Kobe comenzaron a tener problemas personales, por lo que el vestidor estaba completamente roto y terminaron perdiendo ante Detroit las finales de esa temporada.
Algunos años después Kobe tendría un nuevo elenco, ya que se le unirían Steve Nash, Dwight Howard y Ron Artest. Sumado a Pau Gasol, esos Lakers tuvieron que haber arrasado, pero entre lesiones y la edad de los jugadores, todo se quedó en un intento fallido. El último intento amarillo y púrpura se dio hace apenas unas temporadas, cuando Russell Westbrook se unió a LeBron James y Anthony Davis. El nivel de Westbrook fue paupérrimo y fue el gran artífice de la peor temporada de los Lakers desde su último título.
Otro caso muy sonado es el de los Clippers que tuvieron en Paul George y Kawhi Leonard un binomio de miedo. Posteriormente se les uniría Westbrook, pero no llegarían a ningún lado. Actualmente está James Harden, pero tampoco parece que los Clippers vayan a poder salir de su tradición perdedora.
La humillación más fresca que tenemos se vio justamente esta temporada con los Phoenix Suns. Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal conforman el equipo más caro de toda la liga y ni así pudieron llegar siquiera al Play-In.
A veces el dinero o el renombre no son suficientes para lograr la meta. Si bien son de ayuda, buena química y un vestidor sano siempre serán aún más necesarios.