sábado, abril 26, 2025
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Kelsie Whitmore: La beisbolista que desafió un mundo de hombres

En un deporte donde los reflectores suelen iluminar a los hombres, Kelsie Whitmore ha luchado por abrirse paso con un bate, una pelota y una determinación inquebrantable. Esta pitcher y jardinera estadounidense ha roto barreras históricas en el béisbol profesional, un territorio dominado por hombres. Sin embargo, su camino hacia la gloria se vio truncado en abril de 2025, cuando los dueños de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) le negaron la oportunidad de probarse con el Águila de Veracruz, según reportes de LatinUS y periodistas como David Faitelson. Esta decisión, impregnada de machismo, no solo frenó su sueño de ser la primera mujer en la LMB, sino que evidenció las barreras que aún persisten en el deporte.

De jugar en el patio a hacer historia

Kelsie creció en Temecula, California, donde el béisbol era más que un juego: era su verdad. Desde niña, jugaba con su hermano menor y su padre, Scott, usando almohadas como bases y la chimenea como home plate en los días lluviosos. A los seis años, dudó en unirse a la Little League porque no quería llevar el cabello recogido como las jugadoras de softbol. “Quería ser yo misma”, confesó en The Players’ Tribune. Su padre le aseguró que podía llevar el cabello suelto, y así comenzó su carrera.

En la Temecula Valley High School, Kelsie fue la única mujer en el equipo varonil de béisbol, enfrentando miradas de incredulidad y comentarios como “¿Qué hace una chica aquí?”. También destacó en soccer y golf, pero el béisbol era su pasión. A los 15 años, su talento la llevó a la Selección Nacional Femenina de Béisbol de EE.UU., donde brilló entre 2014 y 2019. Ganó una medalla de plata en el Mundial Femenino de 2014, oro en los Juegos Panamericanos de 2015 y compitió en el Mundial de 2018, terminando con un impresionante 1.35 de efectividad como pitcher.

A los 18 años, Kelsie hizo historia al firmar con los Sonoma Stompers de la Pacific Association en 2016, junto a Stacy Piagno, convirtiéndose en las primeras mujeres en ser compañeras en un equipo profesional masculino desde los años 50 en las Ligas Negras. Ese mismo año, formó la primera batería totalmente femenina en un juego profesional desde la All-American Girls Professional Baseball League, lanzando a la receptora Anna Kimbrell. El 20 de julio de 2016, conectó su primer hit profesional, un momento que ahora reside en el Salón de la Fama de Cooperstown, donde su bate está exhibido.

Un salto a la élite

En 2017, Kelsie ingresó a la Universidad Estatal de California, Fullerton, donde recibió una beca para jugar softbol con los Titans, aunque también entrenó con el equipo masculino de béisbol. En 2021, fue nombrada Jugadora del Año de la Big West Conference tras batear .395 con un .507 de porcentaje en base y .824 de slugging. Sin embargo, su corazón seguía en el béisbol.

En abril de 2022, Kelsie firmó con los Staten Island FerryHawks de la Atlantic League, un circuito independiente afiliado a la MLB, convirtiéndose en la primera mujer en jugar en una liga asociada con las Grandes Ligas. Debutó como corredora emergente el 22 de abril y, el 1 de mayo, se convirtió en la primera mujer en iniciar un juego en la liga, jugando como jardinera izquierda. Su impacto trascendió el terreno: el comisionado de la MLB, Rob Manfred, le envió una carta de felicitación, llamándola “una inspiración para las niñas que sueñan con jugar béisbol profesional”.

En 2024, Kelsie dio otro paso histórico al unirse a los Oakland Ballers de la Pioneer League, donde el 6 de junio se convirtió en la primera mujer en iniciar un juego en esa liga. Su versatilidad como jugadora bidireccional (pitcher y jardinera) la comparó con Shohei Ohtani, aunque ella prefiere ser reconocida como Kelsie Whitmore.

El sueño mexicano frustrado

En abril de 2025, Kelsie recibió una invitación para probarse con el Águila de Veracruz de la LMB, con la posibilidad de convertirse en la primera mujer en jugar en esa liga. Viajó a Nayarit para una serie de pretemporada contra los Pericos de Puebla, mostrando su talento como pitcher y jardinera. Sin embargo, los dueños de la LMB votaron en contra de inscribirla, argumentando que “una mujer no debía jugar en una liga de hombres”. Este rechazo, denunciado por periodistas como David Faitelson, desató críticas por machismo y clasismo en el béisbol mexicano.

“Es una vergüenza que, por motivos de género, se le niegue la oportunidad a alguien tan talentoso”, escribió Faitelson en X. El incidente no solo frustró a Kelsie, sino que destacó las barreras estructurales que enfrentan las mujeres en el béisbol profesional.

¿Por qué Kelsie cambiaría la historia’

Kelsie Whitmore no solo juega béisbol; está reescribiendo las reglas de un deporte que ha marginado a las mujeres. Su presencia en ligas masculinas desafía el mito de que las mujeres no pueden competir al más alto nivel. Como dijo en Good Morning America

“Debes enfocarte en el proceso, no en el resultado. El proceso te construye”

Su ética de trabajo, mentalidad y talento han inspirado a niñas que asisten a sus juegos, piden sus autógrafos y ven en ella un modelo a seguir. Kelsie también trabaja con programas como MLB Grit: Girls ID Tour y Girls Baseball Breakthrough Series, fomentando el béisbol femenino entre las jóvenes. Su fundadora, Justine Siegal, la describió como “la indicada” para romper barreras, no solo por su habilidad, sino por su carácter. “Kelsie es el paquete completo: talento, ética de trabajo y fortaleza mental”, afirmó.

Si Kelsie hubiera jugado en la LMB, habría abierto puertas para otras mujeres en América Latina, una región donde el béisbol es una religión pero las oportunidades para las mujeres son escasas. Su exclusión no solo es una pérdida para ella, sino para el deporte mismo, que se priva de diversidad y talento.

Una luchadora contra el prejuicio

El camino de Kelsie no ha sido fácil. En The Players’ Tribune, relató cómo, desde niña, enfrentó “la mirada”: Ese gesto de desaprobación que recibía por ser la única chica en el campo. “Mi cabeza se iba al suelo, pero con el tiempo aprendí a mantenerla en alto”, escribió. También ha lidiado con comentarios como “las mujeres no pertenecen al béisbol” o “deberías jugar softbol”. Su respuesta es clara: “Esas personas no están educadas. Quiero que el béisbol sea normal para las mujeres, como el baloncesto o el golf”.

A pesar de la soledad de ser pionera, Kelsie encuentra fuerza en su comunidad: su familia, sus coaches y las niñas que la ven como inspiración. “Juego por mí, pero también por ellas”, dijo en Little League. Su tatuaje de dientes de cocodrilo en el antebrazo, que representa “un cazador bajo la superficie”, simboliza su resiliencia.

Un futuro incierto, pero un legado eterno

A sus 26 años, Kelsie sigue soñando con las Grandes Ligas, pero su mayor victoria es haber demostrado que las mujeres pertenecen al béisbol. Como dijo su coach Nelson Figueroa: “Todo lo que se propone, lo logra, si le dan la oportunidad”. El rechazo de la LMB es un retroceso, pero no el fin de su historia. Kelsie sigue entrenando, inspirando y rompiendo moldes.

Kelsie Whitmore no solo es una beisbolista; es un símbolo de resistencia en un mundo que aún no está listo para aceptarla. Pero, como ella misma dijo: “Si amas algo lo suficiente, no hay fracaso que te detenga”. Su legado ya está en Cooperstown, en los corazones de las niñas que sueñan con un bate y en cada juego que desafía las situaciones del hoy.

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