La historia de Jaime Jáquez en la NBA es una que se podría considerar de éxito ya que el mexicoamericano de cuarta generación ha logrado más en apenas dos años en la NBA que cualquier otro basquetbolista azteca. Su destacada carrera en la UCLA y el haber sido seleccionado en la primera ronda del draft por un equipo siempre contendiente como lo es el Miami Heat, indica que Jáquez tiene un potencial importante. Alguien como Pat Riley no lo seleccionaría sin una buena razón.
Y la primera temporada de “Triple J” indicaba que en Miami tenía a otra futura estrella en su roster. Finalizó cuarto en la carrera por el mejor novato del año, además de haber formado parte de la mejor quinteta de novatos en la temporada 23-24. Sin duda, hizo que las expectativas en él fueran más altas.
Pero la situación ha cambiado en la presente temporada y Jaime ha tenido un rol casi terciario. Si bien sus números han bajado en relación al año pasado, la caída no es dramática. Por lo que no se explica cómo Erik Spoelstra lo haya relegado, y más aún sumando la salida de Jimmy Butler, jugador con el que Jáquez tiene similares características y rol de juego.
Apenas hace unos días el mexicano rompió su propio récord de puntos anotados con 41 ante Washington en un juego que servía como antesala al Play In, pero con una actuación tan destacada uno hubiera esperado que Jáquez hubiera tenido más minutos ante Chicago y no fue así. Prácticamente un minuto de juego le permitió Spoelstra, dando una clara señal a Jaime.
Falta ver qué es lo que sucede en el partido ante Atlanta, pero ésta puede que no sea una situación que deje del todo tranquilo al mexicano. Es difícil comprender el porque el coach del Heat le haya relegado de esa forma, pero Jackie tiene un potencial que ha demostrado y que en cualquier momento puede explotar.