En el corazón de Hermosillo, Sonora, una niña de ocho años encontró su destino por pura casualidad. Hoy, Alejandra Valencia, a sus 30 años, no solo es una arquera de élite mundial, sino una figura que ha reescrito la historia del tiro con arco mexicano. Con su reciente plata en la final de arco recurvo femenil y un oro junto a Matías Grande en la prueba mixta de la Copa del Mundo de Tiro con Arco 2025 en Florida, Valencia sigue demostrando por qué es un orgullo nacional.
Un inicio fortuito: De una bicicleta a un arco
Alejandra no nació con un arco en la mano, aunque pareciera que el destino la guió hacia él. A los ocho años, mientras acompañaba a su hermana menor en una práctica de ciclismo, un accidente en el velódromo cambió todo. Buscando ayuda, llegó a un campo de tiro con arco en el Centro de Usos Múltiples de Hermosillo. Allí, el entrenador Miguel Flores notó su curiosidad y la invitó a probar. Lo que comenzó como un juego se convirtió en una pasión que transformaría su vida y la del deporte mexicano.
Valencia mostró un talento natural desde el principio. Su madre, Elizabeth Trujillo, la apoyó en sus primeras incursiones deportivas, que incluyeron atletismo, natación y ciclismo. Pero fue el tiro con arco el que capturó su alma. Con apenas 15 años, ya competía en torneos internacionales, y a los 17, en 2011, dio el primer gran golpe: dos oros en los Juegos Panamericanos de Guadalajara (individual y por equipos), asegurando su boleto a sus primeros Juegos Olímpicos.
La pionera del olimpismo mexicano
Alejandra Valencia es sinónimo de constancia. Con cuatro participaciones olímpicas (Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y París 2024), es la mexicana con más apariciones en tiro con arco, empatada con leyendas como Aída Román y Aurora Bretón. Pero no se trata solo de estar presente: Valencia ha dejado huella.
- Londres 2012: Con solo 17 años, debutó en unos Juegos Olímpicos llenos de expectativas tras su éxito panamericano. Aunque cayó en la segunda ronda individual y el equipo femenil no avanzó más allá de cuartos, la experiencia fue una lección de madurez. México celebró ese año las medallas de plata de Aída Román y bronce de Mariana Avitia, y Alejandra supo que su momento llegaría.
- Río 2016: Aquí, Valencia rozó la gloria. Llegó a semifinales individuales, venciendo a la número uno del mundo, la coreana Choi Mi Sun, en cuartos. Aunque cayó ante la alemana Lisa Unruh y la coreana Ki Bo-bae, quedando en cuarto lugar, demostró que podía competir con las mejores. El equipo femenil volvió a quedarse en cuartos, pero su evolución era evidente.
- Tokio 2020: El gran momento llegó. Junto a Luis “El Abuelo” Álvarez, ganó el bronce en la prueba mixta, la primera medalla olímpica de México en Tokio y la número 70 en su historia olímpica. Individualmente, alcanzó cuartos de final, consolidándose como líder de un equipo que soñaba en grande.
- París 2024: Alejandra hizo historia nuevamente. Con Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz, conquistó el bronce en la prueba por equipos femenil, la primera medalla olímpica de México en esta categoría. Aunque no logró medalla en la prueba mixta con Matías Grande ni en individual, su liderazgo y consistencia fueron clave para el equipo. Terminó la ronda clasificatoria con 669 puntos, la segunda mejor marca de su carrera.
Con dos medallas olímpicas de bronce, Valencia es una de las pocas multi medallistas mexicanas en la historia, junto a nombres como María del Rosario Espinoza, Paola Espinosa y Alejandra Orozco. Su legado trasciende los podios: ha inspirado a una nueva generación de arqueras, como Ángela Ruiz, quien la veía como ídolo antes de compartir equipo con ella.
Una cosecha de éxitos: Más allá de los Juegos Olímpicos
El currículum de Alejandra es un testimonio de su grandeza. Ha subido al podio en todas las grandes competencias internacionales, acumulando medallas que reflejan su versatilidad y tenacidad:
- Juegos Panamericanos: Es la primera arquera en la historia en ganar el oro individual en tres ediciones (Guadalajara 2011, Lima 2019, Santiago 2023), superando a leyendas como Darrell Pace y Denise Parker. Además, suma dos platas (equipos en Toronto 2015 y Lima 2019) y un bronce (equipo mixto en Santiago 2023).
- Campeonatos Mundiales: En Berlín 2023, logró la plata individual, cayendo ante la checa Marie Horackova, y consolidó su lugar entre las mejores del mundo. También tiene una plata por equipos en 2021, mostrando el potencial del equipo femenil mexicano.
- Copas del Mundo: Valencia es una fuerza imparable en este circuito. En 2024, ganó bronce individual y oro en equipo mixto con Matías Grande en Yecheon, Corea del Sur. En 2025, en Florida, sumó una plata individual y otro oro mixto con Grande, venciendo a España en la final. También tiene platas en las Finales de la Copa del Mundo (Hermosillo 2023, Tlaxcala 2024) y múltiples bronces a lo largo de su carrera.
- Otros logros: Oro en los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023, récord panamericano con 668 puntos, y el Premio Nacional del Deporte 2023. En 2024, fue nombrada una de las mejores arqueras del año por World Archery Americas.
En Tlaxcala 2024, Alejandra dio un golpe de autoridad al vencer a la triple campeona olímpica Lim Sihyeon en cuartos de final, colgándose el bronce individual. Su capacidad para enfrentar a las gigantes asiáticas, que dominan el deporte, es un sello de su carrera.
La mujer detrás del arco
Alejandra es más que una atleta. Licenciada en diseño gráfico por la Universidad de Sonora, sueña con especializarse en animación. Es fan del anime y del grupo surcoreano EXO, detalles que la hacen cercana y humana. Su vida no ha sido fácil: balancear estudios, entrenamientos y competencias internacionales requiere una disciplina feroz.
En la línea de tiro, Alejandra es pura concentración, pero fuera de ella, es emotiva y reflexiva. En París 2024, lloró tras la ronda clasificatoria, no por derrota, sino por la emoción de ver a sus compañeras brillar y sentir el peso de ser la capitana:
“Es mucha emoción y saber que estamos ahí, todo lo que nos ha costado. No me sentí tirando bien, sentí que podía tirar más. Mis compañeras sacaron la fuerza, somos un equipo.”, confesó. Esa vulnerabilidad la hace aún más grande.
El impacto de Alejandra en el Tiro con Arco mexicano
Desde los 2000, México ha emergido como una potencia en tiro con arco, y Alejandra es el rostro de esa revolución. Antes de ella, el deporte era casi invisible en el país. Las medallas de Román, Avitia y Valencia han cambiado eso, inspirando a jóvenes como Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz. En París 2024, México clasificó un equipo completo por primera vez desde Londres 2012, un logro que lleva la firma de Valencia.
Su liderazgo trasciende lo técnico. Es una mentora que motiva, una competidora que no se rinde y una embajadora del deporte mexicano. Cada flecha que dispara lleva consigo el orgullo de un país que ve en ella a una guerrera incansable.
Con 30 años, Alejandra está en la cima de su carrera, pero no se detiene. La Copa del Mundo 2025 apenas comienza, con paradas en Shanghái, Antalya y Madrid, antes de la final en Nanjing. Cada torneo es una oportunidad para afinar su puntería de cara a Los Ángeles 2028, donde podría convertirse en la primera mexicana en competir en cinco Juegos Olímpicos. Su sueño es claro: una medalla olímpica individual o por equipos, el único logro que le falta; pero para Alejandra, ganar no es solo colgarse medallas; es demostrar que los límites están para romperse.
Un legado que trasciende
Alejandra Valencia no solo dispara flechas; dispara inspiración. Desde aquel día en Hermosillo hasta los podios mundiales, ha demostrado que los sueños más grandes comienzan con un paso pequeño. Es la niña que soñaba, la estudiante que perseveró, la atleta que conquistó y la líder que une. México la celebra no solo por sus medallas, sino por lo que representa: que con un arco, un corazón valiente y mucha pasión, el cielo es el único límite.