En el mundo del fútbol, pocas historias capturan la imaginación como la de Matheus Reis, un joven talento de 17 años que se ha convertido en el objeto de deseo de dos gigantes del balompié: México y Brasil. Con un pie en cada cultura y un futuro brillante por delante, este extremo izquierdo del Fluminense no solo deslumbra con su habilidad en la cancha, sino que también mantiene en vilo a dos naciones que sueñan con verlo ondear su bandera.
Un origen que cruza fronteras
Matheus Reis nació el 2 de abril de 2007 en la Ciudad de México, un detalle que ya lo hace especial. Su padre, Elías Luiz do Reis, era un futbolista brasileño que en ese momento jugaba en el Pumas Morelos, el equipo filial de los Pumas de la UNAM que militaba en la Segunda División mexicana. Fue durante esa etapa que Matheus llegó al mundo, dotándolo de una doble nacionalidad que hoy lo tiene en el centro de una batalla futbolística. Su madre, aunque menos mencionada, también es parte de esta historia que mezcla samba y mariachi en una sola familia.
Tras su nacimiento, la familia regresó a Brasil, donde Matheus creció y comenzó a forjar su carrera. Hoy, con 17 años, es una de las promesas más brillantes del Fluminense, club campeón de la Copa Libertadores 2023, y su valor en el mercado ya ronda los 50 millones de euros, según rumores y reportes de medios como Globo Esporte. Pero más allá de los números, su historia es un reflejo de cómo el fútbol puede unir y dividir al mismo tiempo.
Raíces mexicanas: El Tri lo llama
México no ha perdido el tiempo en cortejar a Matheus. La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) lo tiene en el radar desde hace años, consciente de que su acta de nacimiento mexicana lo hace elegible para el Tri. En febrero de 2024, Matheus fue convocado por primera vez a una concentración de la Selección Mexicana Sub-18, dirigida por Alex Diego. Durante ese proceso, jugó un partido amistoso contra las fuerzas básicas del Toluca, un debut que él mismo celebró con entusiasmo en redes sociales: “¡Agradecido con Dios por mi primer amistoso con la Selección Mexicana!”, escribió, acompañado de fotos que incluían una imagen de él de niño con la camiseta del Tri, viendo un partido del Mundial 2014.
La FMF, bajo la dirección de Andrés Lillini en las selecciones menores, ha dejado claro su interés. Lillini reveló en junio de 2024 a ESPN: “Matheus Reis pidió tiempo, lo están pensando, no quieren hacer el cambio todavía”. Esto sugiere que México le ha ofrecido un proyecto serio, probablemente con la promesa de minutos en categorías juveniles y, a largo plazo, un lugar en la selección mayor. La estrategia mexicana ha sido exitosa con otros talentos duales, como Obed Vargas, quien eligió al Tri sobre Estados Unidos, y ahora apunta a repetir la hazaña con Reis.
Raíces brasileñas: El sueño de la Verdeamarela
Brasil, por su parte, no se queda atrás. Matheus ya ha vestido la camiseta de la Selección Brasileña Sub-17, con la que disputó el Campeonato Sudamericano Sub-17 de 2023. Entró como suplente en un empate 2-2 contra Ecuador y fue parte del equipo que se coronó campeón, un logro que marcó su primer título internacional. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) lo considera una pieza clave en sus divisiones menores, y su talento no pasa desapercibido en el Fluminense, donde ya ha sido registrado con el primer equipo en la Copa Libertadores y la Serie A.
En una entrevista con Globo Esporte en 2023, Matheus dejó entrever su inclinación: “Mucha gente me pregunta a quién elegiré para defender, entre México y Brasil, cuando cumpla los 18 años. Mi padre, incluso, me cuestiona mucho. Lo digo, sin duda, Brasil, sin pensarlo dos veces”. Sin embargo, sus palabras no han cerrado la puerta del todo, y su reciente experiencia con México parece haber sembrado una semilla de duda.
¿Qué ofrecen México y Brasil?
- México: El Tri le ofrece un camino más rápido hacia la titularidad. Con una selección en reconstrucción tras años complicados, Matheus podría convertirse en una estrella joven en un equipo hambriento de talento fresco. La cercanía cultural (nació en México y ha mostrado cariño por el país) y la oportunidad de destacar en torneos como la Copa Oro o el Mundial Sub-20 son cartas fuertes. Además, la FMF ha identificado a 70 jugadores con raíces mexicanas alrededor del mundo, y Matheus es una prioridad en esa lista.
- Brasil: La Verdeamarela le promete prestigio y competencia al más alto nivel. Jugar para Brasil significa enfrentarse a la presión de una nación con cinco Copas del Mundo, pero también la chance de brillar en un equipo lleno de estrellas. La CBF ya lo ha integrado a sus procesos juveniles, y el Fluminense, su club, lo ve como un futuro crack. Sin embargo, la profundidad de talento en Brasil podría retrasar su ascenso a la selección mayor.
¿Dónde está parado hoy?
Matheus aún no ha tomado una decisión definitiva. En el Fluminense, su carrera despega: en mayo de 2024, fue titular en la final de la liga Sub-17 de Brasil, donde su equipo venció 2-1 al São Paulo, y ha sido convocado al primer equipo en competencias importantes. Equipos europeos como Manchester City, Chelsea y Mónaco ya lo siguen, según Futbol Total, lo que añade presión a su elección: una selección fuerte podría catapultarlo al Viejo Continente.
En el ámbito internacional, ha jugado con ambas selecciones en categorías menores, pero aún no ha competido en torneos oficiales que lo aten a una bandera. La FIFA permite cambios de afiliación hasta que un jugador debute en un partido oficial con la selección mayor o cumpla 21 años en ciertos casos, así que el reloj sigue corriendo.
La voz de Matheus
Más allá de las ofertas, lo que dice Matheus es clave. Tras su debut con México, su gratitud fue evidente, pero sus declaraciones previas a Globo Esporte muestran un amor profundo por Brasil. En otra entrevista con el Fluminense en 2024, tras su convocatoria al Tri, dijo:
“Es una sensación inexplicable ser convocado por primera vez a la Selección Mexicana. Estoy muy feliz por la oportunidad de descubrir un nuevo entorno y aprender mucho sobre una nueva cultura”.
¿Un guiño al Tri o una simple cortesía? Solo él lo sabe.
Matheus Reis no es solo un jugador; es un símbolo de cómo el fútbol trasciende fronteras y crea dilemas que van más allá del deporte. México lo ve como un hijo pródigo que podría regresar a casa; Brasil, como un talento que no pueden dejar escapar. Mientras tanto, él juega, sonríe y deja que el mundo especule. Su decisión, cuando llegue, no solo definirá su carrera, sino que también será un capítulo más en la eterna rivalidad futbolística entre dos naciones apasionadas.
