En el fútbol mexicano, donde el grito de gol se mezcla con el aroma a garnachas y el eco de las porras, hay un fenómeno que está revolucionando las gradas: los tifos. Esos gigantescos lienzos que convierten los estadios en galerías de arte efímeras, cargadas de pasión, creatividad y, claro, un buen montón de pesos. Porque sí, amigos, en la Liga MX los tifos no solo son una muestra de amor por los colores, sino también un negocio que mueve fibras… y carteras.
¿Qué es un tifo y por qué importa en la Liga MX?
Si eres de los que piensa que un tifo es solo una manta grandota con un diablo o un águila mal dibujada, déjame iluminarte. El término viene del italiano “tifosi” (aficionados), y en el fútbol es esa coreografía visual que despliegan las barras para recibir a su equipo o mandar un mensaje al rival. En Europa y Sudamérica son un clásico: desde los mosaicos del Borussia Dortmund hasta los telones incendiarios de Boca Juniors. Pero en México, aunque tardamos en adoptarlos, ahora son un sello distintivo de la Liga MX.
Aquí no solo se trata de alentar; los tifos son un grito de identidad, un “aquí estamos” que resuena en redes sociales y, de paso, un imán para patrocinadores. Porque, seamos sinceros, en un país donde el fútbol vive de taquilla y marcas, estos despliegues no siempre salen del bolsillo de la afición. Y ahí es donde entra el debate: ¿arte puro o publicidad disfrazada?.
¿Pasión genuina o estrategia de marketing?
En la Liga MX, los tifos han evolucionado de ser un esfuerzo artesanal de las porras a convertirse en producciones dignas de Hollywood, con presupuestos que oscilan entre 30,000 y 100,000 pesos, según el tamaño, diseño y materiales (palabras de ‘Tolbe’, el muralista detrás de varios telones del Toluca). Pero no todo sale de las alcancías de los hinchas. Marcas como Volaris, Roshfrans y hasta Caliente.mx han puesto su granito de billetes para que los estadios se vistan de gala.
Tomemos el caso del Toluca, los consentidos de esta nota. Desde que Volaris se convirtió en su aerolínea oficial en enero de 2025, los tifos en el Nemesio Diez han subido de nivel. En el partido contra Necaxa, un telón gigantesco se robó las miradas, cortesía de la marca. Pero no es solo cosa de los escarlatas: en Monterrey, La Adicción ha sacado tifos espectaculares con apoyo de patrocinadores, y hasta La Sangre Azul de Cruz Azul anda buscando quién les financie el próximo show.
¿El problema? Que no todos los fans están felices. En X, algunos hinchas del Toluca defienden que los tifos de La Banda del Rojo son “mérito puro de la afición”, mientras otros ven con recelo que las marcas metan su logo en lo que debería ser sagrado. Es el eterno dilema: ¿hasta dónde el dinero puede teñir la pasión sin que pierda su esencia?
Toluca: La capital del tifo en México
Si hay un equipo que ha hecho de los tifos su carta de presentación, ese es el Deportivo Toluca. En el “Nemesio Díez”” no solo se juega fútbol; se vive un carnaval visual cada 15 días. Desde el tifo del 106 aniversario en 2023, con un diablo sosteniendo el escudo, hasta el monumental “Todos somos Diablos” de la final del Apertura 2022, los rojos han puesto la vara alta. Y no es casualidad: el estadio, con su estructura íntima, se presta para que los telones luzcan como en las grandes ligas europeas.
Pero el 2025 ha sido el año de la consolidación. Con la alianza Volaris-Toluca, los tifos han pasado de ser un lujo ocasional a un ritual. ¿Ejemplo? El despliegue contra América en los cuartos de final del Apertura 2024, donde se prometió “un telón sorprendente” (y vaya que cumplió). Para el Toluca, esto no solo es apoyo al equipo; es una declaración de guerra cultural en la Liga MX, un “miren cómo se hace” que otros clubes intentan replicar.
Más allá de las gradas
Los tifos no solo embellecen los partidos; están cambiando la narrativa del fútbol mexicano. En un torneo donde la violencia en los estadios ha sido un dolor de cabeza, estas expresiones artísticas son un oasis de creatividad. Además, son oro puro para el marketing: un tifo viral en TikTok o Instagram dispara la visibilidad de los clubes y sus patrocinadores. No por nada la Liga MX presume cada vez más estos momentos en sus redes oficiales.
Para el Toluca, los tifos son un diferenciador. Mientras América y Chivas pelean por ratings y Cruz Azul por no ser meme, los Diablos Rojos han encontrado en estas obras un nicho que los hace únicos. Y no están solos: equipos como Chivas y Rayados muestran que la tendencia va en aumento.
En la Liga MX, los tifos son más que un adorno: son un reflejo de nuestra pasión desbordada, nuestra creatividad caótica y, sí, nuestra habilidad para mezclar negocio con sentimiento. Para el Toluca, son un orgullo; para la liga, una oportunidad. Porque en México, el fútbol no solo se juega en la cancha; se pinta en las gradas.