miércoles, marzo 12, 2025
spot_imgspot_img

Top 5 This Week

spot_img

Related Posts

México 2026: Un Mundial a lo grande y monedas que valen más que oro

El Estadio Azteca rugiendo como volcán en erupción, el balón rodando bajo el sol de Monterrey y el eco de los gritos de gol resonando en Guadalajara. El Mundial de 2026 está a la vuelta de la esquina, y México no sólo está poniendo la mesa, sino que está echando toda la carne al asador para que sea una fiesta inolvidable y es que las monedas conmemorativas ya tienen a los aficionados sacando el cochinito. Porque sí, esto no es solo un torneo; es un grito de orgullo mexicano que se va a sentir hasta en el último rincón del planeta ya que nos falta una selección competitiva que nos lleve a esa tierra prometida del “quinto partido”, pero con este torneo en casa, la esperanza se siente más viva que nunca.

México, el anfitrión que no se anda con juegos

México no es nuevo en esto. Ya lo hizo en 1970, cuando Pelé se coronó rey, y en 1986, cuando Maradona nos dejó boquiabiertos con esa “mano de Dios” que todavía nos duele discutir. Pero el 2026 será diferente. Con 48 equipos, tres países anfitriones (México, Estados Unidos y Canadá) y el Azteca abriendo el telón con el partido inaugural, la presión está a tope. Y México no piensa quedarse atrás.

Estadios en renovación, infraestructura a prueba de balas y una afición que ya calienta garganta: el país está listo para demostrar que aquí el fútbol no es un deporte, es una religión. Y como si eso no fuera suficiente, el Senado mexicano decidió meterle más sabor a la fiesta aprobando por unanimidad un proyecto que hará que el Banco de México acuñe nueve monedas conmemorativas para el Mundial. ¿Los valores? 10, 20 y 25 pesos, en oro, plata y bimetálicas. No son solo monedas; son pedazos de historia que pronto estarán en tus manos, en tu cartera o, si eres de los míos, en una vitrina con luz especial en caso de que pase al pleno y luego a la Cámara de Diputados.

Monedas que cuentan una historia

Estas monedas no son un capricho. Son un guiño a la tradición y un abrazo a la pasión futbolera que corre por las venas mexicanas. En 1986, el “Set de Tesoros del Mundial”, con piezas de 25, 50 y 100 pesos, se convirtió en leyenda entre coleccionistas, con diseños que mezclaban jugadores prehispánicos y el balón. Ahora, en 2026, se espera algo igual de épico con nueve monedas conmemorativas. Aunque los diseños aún son un misterio, los rumores en X y en los pasillos del Senado hablan de guiños al Azteca, a la cultura azteca o hasta a leyendas como Hugo Sánchez. “Estas colecciones nos dan fuerza e identidad como mexicanos”, dijo la senadora Simey Olvera Bautista. Y tiene razón: cada moneda será un pedacito de México para el mundo.

El Banco de México las acuñará en oro, plata y bimetálicas (10, 20 y 25 pesos), un homenaje al fútbol y a nuestra identidad. Serán tres de cada tipo, algunas para circular, otras para los coleccionistas que ya babean imaginando diseños con el Azteca o un guiño a Cuauhtémoc Blanco. Estas piezas no solo celebran el torneo; son un símbolo de que México está poniendo el corazón en cada detalle.

Un Mundial que huele a fiesta

Pero las monedas son solo la cereza del pastel. El Azteca, ese coloso que ha visto lágrimas y glorias, se está poniendo guapo con una remodelación que lo dejará listo para el 11 de junio de 2026, cuando el silbatazo inicial haga temblar la Ciudad de México. Monterrey y Guadalajara también están en el juego, con estadios que prometen ser fortalezas del fútbol. Y no olvidemos la logística: carreteras, aeropuertos y hasta la hospitalidad mexicana, esa que te ofrece un tequila y un “pásale a la casa”, están en marcha para recibir a millones de hinchas.

El Mundial de 2026 no será solo el más grande por sus 48 equipos; será el más mexicano por su alma. Las monedas son la prueba: un país que no solo quiere ser anfitrión, sino el alma de la fiesta. “México será la única nación en albergar tres veces este evento”, destacó el senador Miguel Ángel Yunes Márquez. Y con esa responsabilidad viene el compromiso de no solo cumplir, sino arrasar.

Un país que sueña en verde, blanco y rojo

El Azteca se está poniendo guapo, Monterrey y Guadalajara afilan sus armas, y la logística va viento en popa. Pero en el fondo, todos sabemos qué falta: Un equipo que nos lleve al quinto partido, ese santo grial que se nos escapa desde hace décadas. El 2026, con el apoyo de la casa y tres sedes rugiendo, es la chance perfecta para romper el maleficio. Las monedas son el toque festivo, pero el verdadero oro estaría en ver al Tri cruzar esa frontera mítica. “Seremos el único país con tres Mundiales”, dijo el senador Miguel Ángel Yunes Márquez. Y con esa hazaña viene la presión de no solo ser anfitriones, sino protagonistas.

Estas monedas son más que metal; son el eco de los goles de Negrete o Rafa Márquez, las lágrimas por el 86 y la ilusión de un 2026 donde el Azteca nos vea ganar. Nos falta esa selección que sienta lo que es ser mexicano, sí, pero el Mundial en casa es un lienzo en blanco para escribir historia. 

Popular Articles