Si el fútbol es poesía, Charlyn Corral es la pluma que escribe versos de gol. Esta delantera mexicana reina como la máxima goleadora del Clausura 2025 de la Liga MX Femenil con 15 tantos después de diez jornadas, un arranque que tiene a Pachuca soñando y a sus rivales temblando. Pero detrás de cada gol hay una historia de lucha, talento y un amor profundo por el balón que ha convertido a Charlyn en mucho más que una jugadora: es un símbolo, un faro, una revolución con botines.
Una niña que soñó en grande
Nacida el 11 de septiembre de 1991 en Ecatepec, Estado de México, Charlyn no tuvo una cuna de oro, pero sí un balón que su hermano George, también futbolista, le puso en los pies a los cinco años. Imagina a esa pequeña, con trenzas y mirada decidida, dando toques en la calle mientras el mundo le decía que el fútbol “no era para niñas”. A los 13 años, ya rompía récords: 8671 toques sin que el balón tocara el suelo, un Guinness que fue su primer grito al universo. No había liga profesional femenil en México entonces, pero Charlyn no se rindió. Su talento era una promesa que el país no podía ignorar.
A los 14, debutó con la Selección Mexicana Sub-20, y a esa edad ya era la pesadilla de las defensas en el Campeonato Sub-20 de Concacaf, donde hoy sigue siendo la máxima goleadora histórica con 14 tantos. Su hambre de gol la llevó a la Universiada Mundial de Kazán 2013, regresando con 10 goles y una medalla de plata que supo a hazaña. Charlyn no solo jugaba; ella escribía su destino.
El salto a Europa
Sin una liga profesional en casa, Charlyn miró al horizonte. Finlandia (Merilappi United), Estados Unidos y luego España fueron sus lienzos. En el Levante UD, en la temporada 2017-18, tocó el cielo: 24 goles y el Trofeo Pichichi como máxima goleadora de la Liga Iberdrola. Imagina el orgullo: una mexicana, en un país de gigantes, alzándose como reina de las redes. Luego llegó el Atlético de Madrid, donde una lesión en la rodilla (rotura de ligamento cruzado) en 2020, pudo haberla quebrado. Pero no. Charlyn es de esas que caen, se sacuden el polvo y se vuelven más fuertes.
Un corazón que late por Pachuca
En 2021, cuando la Liga MX Femenil ya era una realidad, Charlyn volvió a casa con Pachuca.
“Regreso a un lugar donde hasta hace unos años me era imposible jugar al fútbol profesional, un sitio en el que todavía me quedan sueños por cumplir”.
Dijo entonces. Y vaya que lo hizo en grande. Desde su llegada, ha marcado 110 goles (hasta el Apertura 2024), convirtiéndose en la máxima goleadora histórica de las Tuzas, empatada con Viridiana Salazar por momentos, pero siempre dejando su huella.
Su primer título de goleo llegó en el Clausura 2023 con 20 tantos, un récord que aún nadie supera. Luego, en el Clausura 2024 (19 goles) y Apertura 2024 (18 goles), se coronó tricampeona de goleo, un hat-trick de trofeos que la pone en una órbita distinta.
Y ahora, en este Clausura 2025, con 15 goles en diez partidos, parece que no hay quien la pare. Cada gol es un rugido, un “aquí estoy” que resuena en cada rincón de México.
La importancia de Charlyn en el fútbol femenil
Charlyn no solo anota; inspira. En un país donde el fútbol femenil tuvo que pelear por existir, ella es la prueba de que el talento trasciende barreras. Antes de la Liga MX Femenil (fundada en 2017), las jugadoras mexicanas como Maribel Domínguez o Esther Mora tuvieron que emigrar para brillar. Charlyn siguió ese camino, pero regresó para ser el cimiento de algo más grande. Su Pichichi en España y sus récords en México son trofeos compartidos con cada niña que hoy sueña con un balón en los pies.
En 2023 y en 2024, la IFFHS la nombró máxima goleadora mundial con 34 y 36 goles respectivamente, y en 2024 ganó el Premio Nacional del Deporte, un reconocimiento a una carrera que no solo suma títulos, sino que abre puertas.
“He hecho cosas que ninguna otra mexicana ha hecho”
Dijo a MARCA. Y tiene razón. Charlyn es la chispa que encendió una revolución, la que le dio rostro al fútbol femenil mexicano en el mapa global.
A sus 33 años, Charlyn no da señales de frenar. Pachuca sueña con un título que se le ha escapado (subcampeonas en 2023), y ella, con su olfato goleador, es la clave.
¿Podrá llevar a las Tuzas a la gloria?, ¿seguirá rompiendo récords?. Una cosa es segura: mientras la mexicana tenga un balón cerca, habrá goles, emociones y una historia que contar. Charlyn no es solo la goleadora del momento; es el latido del fútbol femenil mexicano.
