El Club Necaxa ha forjado una identidad única en la Liga MX a través de una estrategia innovadora: apostar por el talento colombiano. Este modelo de negocio no solo ha reforzado la plantilla de los Rayos, sino que también ha permitido que el club se distinga por la calidad, el dinamismo y la pasión que estos jugadores aportan al campo de juego. La reciente incorporación del delantero Hather Emir Cuestsa es el último eslabón de una exitosa cadena que se remonta a décadas atrás.
Una estrategia ganadora y rentable
Necaxa ha consolidado su modelo de negocio con jugadores colombianos basado en tres pilares fundamentales:
- Detección de Talento: El club se especializa en identificar tanto a jóvenes promesas como a jugadores consolidados del fútbol colombiano, un país reconocido por combinar habilidad técnica y garra competitiva.
- Desarrollo y Proyección: Al integrarlos a la Liga MX, Necaxa les ofrece un entorno de alta competitividad que permite crecer profesionalmente y, en muchos casos, generar un buen retorno de inversión.
- Adaptación y Estilo Ofensivo: La creatividad, velocidad y capacidad para desequilibrar partidos, características distintivas de los futbolistas colombianos, se integran a la perfección en el esquema táctico de los Rayos.
Hather Cuestsa: La joya del presente
La llegada del delantero procedente del Club de Fútbol Popayán, es una muestra reciente y contundente de esta estrategia. Este jugador destaca por:
- Habilidad Técnica y Finalización: Su precisión en el disparo y capacidad para encontrar espacios en las defensas rivales lo convierten en un finalizador letal.
- Velocidad y Agilidad: Su rapidez permite romper líneas defensivas y aprovechar transiciones, generando oportunidades de gol en situaciones de alta presión.
- Visión de Juego: Su inteligencia táctica le facilita tomar decisiones acertadas en el último tercio del campo, complementando perfectamente al ataque de Necaxa.
Por algo lo consideran el “nuevo” Diber Cambindo.
El legado colombiano en Necaxa
La conexión entre Necaxa y el talento colombiano se remonta a tiempos anteriores y ha dejado una huella imborrable en la historia del club. El primer colombiano en llegar a Necaxa fue Luis Carlos Perea, defensa procedente del Junior de Barranquilla. Perea marcó el inicio de una alianza fructífera, demostrando que los futbolistas colombianos podían adaptarse e integrarse a la exigencia de la Liga MX, sentando así las bases para futuras incorporaciones. Aunque realmente no jugó ni un partido.
Colombianos que han dejado su huella
A lo largo de los años, Necaxa ha contado con numerosos jugadores colombianos que han contribuido al crecimiento del club. Todos ellos son:
Johan Rojas, Kevin Rosero, Diber Cambindo, Hugo Rodallega, Carlos Álvarez, Edgar Zapata, Danny Santoya, Albeiro Usuriaga, Frenkie Oviedo, Tressor Moreno, Martin Edwin García, Carlos Alberto Castro, Carlos Gutierréz, Gustavo Culma, Joao Rodríguez, Andrés Colorado, Daniel Mantilla.
Estos jugadores, con sus estilos particulares y aportaciones en distintos roles, han dejado una marca importante en la identidad de Necaxa. Cada uno, en su paso por el club, demostró la calidad y el compromiso que caracterizan al talento colombiano, consolidando una tradición que ha enriquecido al equipo y lo ha posicionado como un referente en la búsqueda de jugadores de alto potencial.
La llegada de Hather Cuestsa es mucho más que un fichaje; es la continuación de una visión estratégica que ha permitido a Necaxa destacar en la Liga MX mediante la incorporación de talento colombiano. Desde el pionero Luis Carlos Perea hasta figuras actuales, el legado de los Rayos se ha enriquecido con jugadores que aportan calidad, pasión y una identidad única al club.
Este modelo de negocio, basado en la detección, desarrollo y proyección de futbolistas colombianos, ha demostrado ser rentable y enriquecedor tanto en términos deportivos como culturales. Con cada nueva incorporación, Necaxa reafirma su compromiso de unir la pasión mexicana con la destreza sudamericana, abriendo el camino a nuevos triunfos y dejando una huella imborrable en la historia del fútbol.