domingo, febrero 23, 2025
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La hazaña de los “12 Guerreros”: El camino a la gloria en la FIBA

La historia de los 12 Guerreros es, sin duda, uno de los episodios más emocionantes y transformadores del básquetbol mexicano. En 2013, un grupo de hombres, liderados por el técnico Sergio Valdeolmillos, se consagró campeón en la FIBA AmeriCup y reavivó la ilusión de toda una nación. Hoy, recordamos ese recorrido lleno de sacrificios, derrotas que enseñaron lecciones y victorias que marcaron un antes y un después en la historia deportiva de México.

“La expectativa, evidentemente, no era llegar a ser campeones. Íbamos con la idea de poder competir y de que México, después de un par de ediciones sin participación, empezara a construir una selección nacional que estuviera presente en todos los torneos internacionales, que los jugadores pudieran representar a su país en cada oportunidad y a partir de eso generar una identidad. En lo estrictamente deportivo, buscábamos ser competitivos, cambiar esa imagen de individualidad y empezar a jugar como un equipo.” Sergio Valdeolmillos

El Comienzo 

La Selección Mexicana no había sido originalmente parte del torneo, pero una sanción a la Federación de Panamá abrió la puerta para que México se integrara a la competencia en Venezuela. Con la idea de competir y construir una identidad nacional sólida, los Guerreros partieron con la convicción de hacer historia.

El camino hacia la gloria comenzó en el Poliedro de Caracas, donde, ante un público enfervorizado, México sorprendió al anfitrión con un triunfo de 65-56, con un espléndido Gustavo Ayón brillando en ese debut, sumando 22 puntos y capturando 18 rebotes. Sergio Valdeolmillos recordaba:

“Desde el primer día fuimos construyendo a partir de objetivos pequeños, partido a partido. Ganarles en su casa nos dio seguridad y mostró que podíamos competir a un alto nivel.”

Tras ese inicio prometedor, los Guerreros siguieron demostrando su potencial en la fase de grupos. Contra Paraguay los “12 Guerreros” se impusieron 87-65, con un Orlando Méndez aportando 17 puntos y contra República Dominicana, la selección ganó 85-61, donde Orlando Méndez se destacó con 26 puntos, impulsando la ofensiva y demostrando que el equipo estaba en ascenso.

Sin embargo, el camino no estuvo exento de desafíos.

Las derrotas que enseñaron lecciones

Contra Argentina: La derrota por 98-78 evidenció las dificultades de enfrentar un sistema con Luis Scola como líder y Facundo Campazzo despegando. Luego contra Canadá el marcador 89-67 sirvió como un llamado de atención para superar el sentimiento de inferioridad y fortalecer la mentalidad colectiva.

“En esos partidos pagamos ese sentimiento de inferioridad. Salimos a la cancha pensando que no éramos capaces de ganarles. Tras esas caídas nos dimos cuenta que no habíamos competido a nuestro mejor nivel, que deberíamos haber tenido otro comportamiento y que mentalmente no habíamos afrontado esos partidos como debíamos. Esto nos sirvió para analizar todo y llegar a las semifinales con otra mentalidad.” Sergio Valdeolmillos

El renacer de la Selección Mexicana

Después de esas caídas, los “12 Guerreros” se reorganizaron y se comprometieron a competir al 200% de sus posibilidades. La transformación se hizo palpable en la segunda fase del torneo con tres victorias decisivas a Uruguay, Jamaica y Puerto Rico, que aseguraron la clasificación a la Copa del Mundo, evento en el que México participaría por primera vez desde 1974.

La Semifinal: Un duelo de nervios y coraje

El partido de semifinal contra Argentina se convirtió en uno de los encuentros más recordados del torneo. En un duelo reñido, México eliminó a Argentina con un marcador de 76-70. Gustavo Ayón fue determinante, registrando 24 puntos y 12 rebotes, impulsando al equipo en esos momentos críticos.Cada canasta en esos minutos finales fue crucial, y la solidez defensiva junto a un ataque cohesionado consolidaron la victoria que permitió a México avanzar a la final.

La Final: El triunfo que selló la historia

La gran final enfrentó a México con Puerto Rico, que había reservado a sus tres grandes estrellas: José Juan Barea, Carlos Arroyo y Renaldo Balkman. Sin embargo, los Guerreros no se achicaron. Con determinación y un juego colectivo impecable, salieron a la cancha decididos a dejarlo todo.

El partido final fue una montaña rusa de emociones, culminando en una victoria por 91-89. Jovan Harris fue fundamental al anotar 23 puntos y otra vez, Gustavo Ayón, tuvo otra actuación sobresaliente, sumando 20 puntos y 16 rebotes, lo que le valió ser nombrado MVP del torneo.

Este triunfo no solo significó levantar el trofeo, sino también el regreso de México a la Copa Mundial de Baloncesto después de más de 40 años, marcando un hito imborrable en la historia del deporte nacional.

Un legado de unidad y pasión

La gesta de los 12 Guerreros es mucho más que una serie de partidos y marcadores; es el reflejo de un proyecto colectivo basado en la disciplina, la solidaridad y el compromiso de jugar como un solo equipo. Cada victoria, cada derrota y cada lección aprendida forjaron un legado que sigue inspirando a generaciones de deportistas en México.

Sergio Valdeolmillos resumía el impacto de esa campaña diciendo:

“Posiblemente haya sido el hito más importante de la historia del básquetbol mexicano. Demostramos que, con orden, preparación y una planificación adecuada, se pueden alcanzar grandes objetivos. Les dimos a los jugadores la importancia que se merecen y demostramos que México, que es una potencia en baloncesto.”

La hazaña en la FIBA AmeriCup 2013 permanece en la memoria colectiva del deporte mexicano. Desde el vibrante debut en Caracas hasta la emocionante final contra Puerto Rico, cada marcador y cada actuación de jugadores destacados como Gustavo Ayón, Orlando Méndez, Héctor Hernández, Noé Alonzo, Jovan Harris, Jorge Gutierréz, Paul Stoll, etc. Han dejado una huella imborrable.

Esta victoria es un recordatorio eterno de que la unión, la pasión y el esfuerzo colectivo son las claves para alcanzar la grandeza. 

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